La polarización en el país ha sembrado desconfianza en la institución electoral nacional. Colocada innumerables veces como ejemplo para el mundo, desde el presidente hasta al más bajo militante desconfía de ella. De esa perspectiva nació la idea de que el poder legal de Pensilvania sea un escudo contra la intimidación.
Los grupos de defensa de los votantes quieren que los residentes de Pensilvania conozcan sus derechos. Esperan que los electores lleguen a las cabinas de votación bien asesorados. Para esta meta hay abogados contratados para proteger esos derechos.
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La Coalición de Protección Electoral de Pensilvania (PEPC) delineó recientemente los pasos a seguir para asegurar que cada voto sea contado. La idea es que los condados tengan las herramientas para asegurar que las elecciones se desarrollen sin problemas.
Sobre estas novedades escribió para WYHH el periodista Robby Brod, de quien tomamos datos de segunda mano. Las previsiones son necesarias porque muchos centros electorales anticipan que tomará días contar todas las boletas.
Poder legal de Pensilvania
La PEPC incluye a la ACLU, Make the Road Pennsylvania, y la Liga de Mujeres Votantes. Colocarán a unos 2.000 voluntarios en los centros de votación de Pensilvania. Ellos responderán a las preguntas sobre las reglas de la elección y se asegurarán que todos los votos sean contados.
Robby Brod de WYHH citó declaraciones de Suzanne Almeida de Common Cause Pennsylvania. Ella dijo que el objetivo es unificar el poder legal de los grandes grupos en todo el estado. En conjunto pueden ofrecer ayuda a aquellos que de otra manera podrían ser bloqueados de emitir un voto.
El poder legal de Pensilvania bajo esta modalidad es un salto exponencial para estos comicios. “Esto es casi cuatro veces la cantidad de voluntarios que teníamos en el terreno bajo la bandera de protección electoral en 2018”, dijo Almeida. “Es realmente un testimonio del increíble trabajo de las organizaciones para asegurarnos de que estamos coordinados. La meta es que todas las comunidades tengan acceso al trabajo de protección electoral”.
Línea 866-OUR-VOTE
La Coalición de Protección Electoral de Pensilvania también tiene una línea telefónica gratuita. Allí serán atendidos por abogados que responderán preguntas en el 866-OUR-VOTE. Los votantes también pueden usarla para reportar cualquier intimidación o esfuerzos de supresión que vean en las urnas.
“Está siendo atendida por abogados entrenados que pueden responder a las preguntas de los votantes. Las consultas más serias pueden remitirse a un centro de comando en el estado”, dijo Almeida. “Funcionará para resolver problemas más serios que los votantes están encontrando”.
La intimidación de los votantes incluye “comportamiento agresivo dentro o fuera del centro de votación. Un amedrentamiento común es mostrar armas y bloquear las entradas a los centros de votación. A la lista se suma perturbar las filas de votación y la confrontación directa de los votantes.
Salewa Ogunmefun, quien dirige el Centro para la Democracia Popular, un grupo de votantes no partidista advirtió sobre lo común. “Como cliché de intimidación está el ser tratados en las urnas de manera diferente a otros por su raza, preferencia sexual o identidad de género”, dijo.
Las Cortes estarán activas
El PEPC quiere que la gente sepa que intimidar a los votantes en las urnas tiene consecuencias. El poder legal de Pensilvania tiene cubiertos todos los caminos hacia la justicia. Vic Walczak, director legal de la ACLU de Pennsylvania manifestó su esperanza.
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“Confío en que cualquier tipo de comportamiento intimidatorio será clausurado por las autoridades”, dijo. “Y en última instancia, si hay un problema y no se resuelve, entonces iremos a la corte y trataremos de obtener una orden apropiada.”