Los demócratas del “rust belt” laboran como hormigas para tratar de ganar la voluntad de los indecisos de Pensilvania. Los progresistas aún acusan el dolor de los 44 mil votos que arrancó de sus tierras Donald Trump en 2016.
Activistas pro Joe Biden están en las aceras otoñales con una lista en la mano. Ellos conocen a sus vecinos y están tocando las puertas de aquellos que los partidos clasifican como indecisos. Esas son las voluntades a ganar, las mismas que el “outsider” persuadió con su discurso nacionalista.
En el ámbito nacional e incluso en el segundo estado de la Unión Trump no se muestra saludable en las encuestas. Sin embargo preocupa la cara de “póker” de su oficina de campaña. Ellos están jugando con los naipes de la mesa y esperan que la carta del “voto oculto” los ayude.
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Si dejamos atrás el caso de Cambridge Analytica y la interferencia rusa solo queda una cosa en las manos: Trump ganó en 2016. Las condiciones de hoy no son iguales a las de hace cuatro años, pero su ascenso no lo hizo en calidad de favorito. No queda otra cosa a los demócratas que recordar su mal manejo de la pandemia y sus mensajes de odio. A la lista se une el ser promotor de la división nacional y el engaño en torno a la reactivación industrial. Los azules recuerdan a los indecisos de Pensilvania que Trump es un evasor fiscal declarado y un promiscuo con demandas en las cortes. Y como cereza del pastel citan al libro de Mary Trump, donde lo muestran como un manipulador de sus seguidores cristianos.
Indecisos de Pensilvania
Los demócratas saben que los indecisos de Pensilvania son claves para la victoria de Joe Biden. Están puerta a puerta vendiendo las cualidades del de Scranton. Biden es un pensilvano que entiende a la región muchísimo más que Trump, de acuerdo a “los azules”.
No obstante los republicanos de Pensilvania están dando la pelea para asegurarse una nueva victoria. De acuerdo a Christopher Borick, profesor de ciencia política en el Muhlenberg College de Allentown, la clave son los irresolutos.
“El grupo de votantes indecisos es más pequeño que hace cuatro años. Hoy las posibilidades de que este grupo se incline tan fuertemente por el Presidente parecen más bajas”, dijo el académico.
Una crónica puerta a puerta
Las oficinas de campaña de Donald Trump y Joe Biden han denotado que las elecciones de 2020 se ganarán en Pensilvania. Ambos candidatos presidenciales tienen como blanco esta zona históricamente industrial. Es un paraje de vocación arqueológica, cuna de la prosperidad económica del viejo siglo XX. Aun en su paisaje están las plantas siderúrgicas en desuso y hornos de cemento como fósiles que aparecen en los sueños de los ancianos.
El periodista de AFP Peter Hutchison realizó una crónica de Lehigh Valley. Mostró que los indecisos de Pensilvania son el estímulo que lleva muchos a tocar puertas. Narró la historia de Juniper Leifer, Heather Lipkin y Jamie Saye, tres amigas que recorren los vecindarios de Coplay a la caza de voluntades.
El objetivo de las mujeres es asegurarse de que todos los demócratas registrados vayan a votar. Además, que sepan cómo y dónde hacerlo, en medio de la confusión del voto anticipado y por correo. Pero también buscan influenciar a votantes que en los últimos comicios votaron por Trump porque no les gustaba Hillary Clinton.
Un paisano en la Casa Blanca
Los demócratas de esta región esperan que las raíces de Biden en Scranton, Pensilvania, donde creció, tengan eco en la clase blanca trabajadora del valle Lehigh. Los militantes creen que sumar indecisos de Pensilvania hará la diferencia.
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“Estamos tratando de persuadir a personas que son quizás republicanos moderados”, dijo Jamie Saye, de 48 años.
Trump llegó a la Casa Blanca gracias al impulso de votantes indecisos que se inclinaron por él a último momento. Ese fenómeno ocurrió en gran número en estados cruciales para la elección. Como ejemplos está Pensilvania, Wisconsin y Michigan. Hoy Trump pierde ante Biden en los sondeos de las tres regiones. Sin embargo la Oficina de Campaña del Presidente, o por acto de fe, o por datos estadísticos, cree que a Donald Trump lo reelegirá el voto oculto.