De acuerdo a una investigación editorial, Pensilvania es uno de los estados que no cuenta con una data desglosada desde el punto de vista etnográfico para ilustrar el ataque del coronavirus: solo Filadelfia tiene números segmentados que fueron usados en la investigación.
La conclusión del análisis de la data lograda en 24 de los 50 estados no está lejos de las sospechas que se están transformando en realidad: Un tercio de las víctimas de la pandemia del coronavirus en los Estados Unidos es afrodescendiente.
La investigación ha allanado el camino para que diversos ONG defensoras de los derechos civiles y líderes nacionales den forma a reclamos.
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Los latinoamericanos y los nativos americanos siguen en la lista de los más vulnerados. Mientras esto ocurre ha sido difícil encontrar caminos expeditos para que los organismos nacionales de salud pública transformen los datos brutos de contagiados, muertos y recuperados, en información segmentada que ayude a mirar como la COVID-19 se mueve entre los distintos grupos étnicos de la nación.
Una pequeña ventana
La semana pasada los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades publicaron su primer desglose de los datos de los casos de COVID-19 por raza, mostrando que el 30% de los pacientes cuya raza se conocía eran afroamericanos. Sin embargo, a los datos federales les faltaba información racial para el 75% de los casos, y no incluían ningún desglose demográfico de las muertes.
El estudio sobre la pandemia en el ámbito editorial al que se hacer referencia es de la Associated Press, que con los datos estatales y locales disponibles mostró que casi un tercio de los muertos son afroamericanos, y que los afroamericanos representan alrededor del 14% de la población en las áreas cubiertas por el análisis.
El análisis de AP encontró para el momento de su última divulgación que de las más de 21 mil 500 víctimas cuyos datos demográficos eran conocidos y revelados por los funcionarios, más de 6 mil 350 eran afroamericanos, una tasa de casi 30%. Los afroamericanos representan el 14.2% de los 241 millones de personas que viven en las áreas cubiertas por el análisis, que abarca 24 estados y las ciudades de Washington D.C., Houston, Memphis, Pittsburgh y Filadelfia, lugares donde no había datos estatales disponibles.
Derechos civiles
Los argumentos científicos que han tratado de explicar las razones del mortal impacto de la COVD-19 en la población ofroestadounidenses, alude a enfermedades preexistentes como el sobrepeso, la diabetes y el asma.
También es más probable que no tengan seguro médico, y a menudo informan que los profesionales médicos toman sus dolencias con menos seriedad cuando buscan tratamiento, advierte el líder social.
“Es un asunto pendiente de Estados Unidos – somos libres, pero no iguales”, dijo el líder de los derechos civiles, el reverendo Jesse Jackson, a la AP. “Hay una realidad que ha sido traída por el coronavirus, que expone la debilidad y la oportunidad.”
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Jackson expresó su apoyo a una comisión nacional que estudiara el conteo de afroamericanos COVID-19 siguiendo el modelo de la Comisión Kerner, que estudió las causas fundamentales de los disturbios raciales en las comunidades afroamericanas en el decenio de 1960 y formuló recomendaciones de política para prevenir futuros disturbios.