El presidente peruano Pedro Castillo se disculpa por sus declaraciones, en las que dijo que “algunos dirigentes y cabecillas” recibieron pagos para realizar el paro de transportistas que inició hace diez días y animó a la población a salir a las calles a protestar pacíficamente.
“Quiero expresar mis sinceras disculpas a esta tierra huanca y al Perú si en algún momento ha habido alguna expresión malentendida”, manifestó el Jefe de Estado desde la ciudad de Huancayo, en el departamento de Junín.
El Presidente pronunció estas afirmaciones en el marco del Consejo de Ministros descentralizado celebrado este jueves 7 de abril en Huancayo, ciudad que la semana pasada fue centro de las protestas causadas por la huelga de transportistas, que resultó en bloqueos, saqueos, enfrentamientos y provocó la muerte de al menos seis personas en todo el país.
Castillo pidió disculpas por las expresiones que dijo la semana pasada y que indignaron a los manifestantes, por empequeñecer las protestas y afirmar que el paro, que calificó de “malintencionado”, había sido pagado por “algunos dirigentes y cabecillas”.
En su alocución, el mandatario peruano se refirió a sus humildes orígenes y a su pasado como líder sindical del magisterio. También expresó su pésame a las familias de los fallecidos durante las protestas.
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“Quiero pedir no solamente disculpas, sino también expresar mis condolencias a estas familias que en estas reyertas han perdido la vida y felicito a los dirigentes y manifestantes que salen a las calles y a las plazas como siempre lo han hecho conmigo”, dijo.
“Siempre he acompañado estas luchas defendiendo el agua, la vida, la educación, pero de la mejor manera, no tomando piedras, un cuchillo o arma”, agregó.
En el 2017 Pedro Castillo obtuvo notoriedad pública por dirigir una huelga de profesores en varias regiones de Perú. El conflicto se extendió por 75 días y durante meses dejó son clases a miles de niños peruanos.
Castillo manifestó además que en su Gobierno los movimientos sociales que luchan por reclamos justos “tienen las calles y los parques abiertos para manifestarse. En el Perú la libertad de protesta y manifestación debe ser un hecho y un líder jamás debe ser perseguido”, aseguró.
La paralización de transportistas que está impulsado por el aumento en los precios de los combustibles, comenzó el lunes 28 de marzo en varias regiones de Perú. A este paro se sumaron otros gremios como los agricultores.
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Las manifestaciones recrudecieron en Huancayo y se trasladaron el pasado martes 5 de marzo a la capital Lima donde miles de personas salieron a las calles para desafiar un toque de queda decretado por Castillo como respuesta al paro. Los manifestantes también pidieron renuncia del Presidente.
Durante una marcha realizada en Lima ocurrieron ataques a una sede judicial y destrozos en una instalación de la fiscalía. Tiendas y establecimientos privados también sufrieron destrozos. Los hechos son investigados por el Ministerio Público y el Gobierno afirmó que estuvieron previamente planificados.
El último gran centro de enfrentamientos fue la región de Ica, en el sur del país, donde falleció la víctima número seis registrada en estos diez días de protestas. Solo dos personas murieron por disparos de la policía según confirmación hecha a medios internacionales la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (Cnddhh).