En la conmemoración de los 75 años del primer bombardeo atómico en el mundo, el Papa Francisco afirmó que para conseguir la paz “es necesario que todos los pueblos depongan las armas de guerra, y especialmente las más poderosas y destructivas: las armas nucleares”.
Ese fue el mensaje enviado por el Sumo Pontífice este jueves 6 de agosto en ocasión del aniversario de la caída de la bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima.
En palabras dirigidas al gobernador de la prefectura de Hiroshima, Hidehiko Yuzaki, el Papa quiso saludar de manera especial a los “hibakusha”, nombre con el que se denomina a los supervivientes de la referida tragedia ocurrida en 1945.
Francisco recordó que en noviembre del año pasado tuvo “el privilegio de poder ir en persona a las ciudades de Hiroshima y Nagasaki” donde pudo reflexionar “sobre la destrucción de la vida humana y la destrucción que se produjo en esas dos ciudades durante esos terribles días de la guerra hace tres cuartos de siglo”.
“Sigo llevando en mi corazón el anhelo de los pueblos de nuestro tiempo, especialmente de los jóvenes, que tienen sed de paz y hacen sacrificios por la paz. Llevo también el grito de los pobres que siempre están entre las primeras víctimas de la violencia y los conflictos”, escribió el prelado.
Destacó además que nunca ha estado más claro sobre que, para que la paz florezca, es necesario que todos los pueblos depongan las armas de guerra, y especialmente las más poderosas y destructivas: las armas nucleares que pueden paralizar y destruir ciudades enteras y países enteros.

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Francisco reiteró lo que dijo en el Memorial de la Paz de Hiroshima el año pasado: “El uso de la energía atómica con fines bélicos es inmoral, así como la posesión de armas nucleares es inmoral“.
Exhortó a que “las voces proféticas de los supervivientes de Hiroshima y Nagasaki continúen sirviéndonos de advertencia a nosotros y a las generaciones venideras”.
Mientras, en Japón, los pocos testigos del bombardeo atómico que aun viven conmemoraron la efeméride y el alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, criticó la negativa del gobierno japonés de suscribir un tratado para prohibir las armas nucleares.
Matsui exhortó a los gobernantes de todo el mundo a que se comprometan con mayor seriedad al desarme nuclear y señaló la inacción de Japón.
“Le pido al gobierno japonés que atienda la exhortación de los sobrevivientes del bombardeo para que firme, ratifique y se convierta en una de las partes del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares”, manifestó el alcalde en su declaración por la paz.
“Siendo el único país que ha sufrido un ataque nuclear, Japón debe convencer al público global de que se una al espíritu de Hiroshima”.