El líder norcoreano Kim Jong dijo que está finalizando la suspensión de las pruebas nucleares y de misiles de largo alcance acordada durante las conversaciones con los Estados Unidos y que además su país presentaría “una nueva arma estratégica”.
No obstante, agregó que el alcance de cualquier prueba dependería de la “actitud” de los Estados Unidos.
Los comentarios de Kim se produjeron al final de una reunión de cuatro días de los dirigentes del Partido en Pyongyang.
Estas declaraciones de Kim Jong ocurren en un momento de estancamiento en las conversaciones con Washington, que mantiene las sanciones hasta tanto Pyongyang abandone completamente su programa nuclear.
El Norte realizó varias pruebas de armas más pequeñas a finales de 2019, en lo que se consideró un intento de presionar a los EE.UU. para que hiciera concesiones.
Pero la autoproclamada moratoria de los ensayos nucleares y de los ensayos de misiles balísticos intercontinentales (ICBM por sus siglas en inglés) que podían llegar al territorio continental de Estados Unidos había sido uno de los fundamentos de las negociaciones con Washington.
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Sin embargo, el 1 de enero, los medios de comunicación estatales informaron de que Corea del Norte ya no estaba obligada a cumplir la moratoria autoproclamada, ya que Estados Unidos seguía realizando ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur y había intensificado sus sanciones.
Según la agencia de noticias KCNA, Kim Jong afirmó que “bajo tales condiciones, no hay razón para que nos atengamos unilateralmente al compromiso por más tiempo, compromiso del cual no hay una parte opuesta, y esto está enfriando nuestros esfuerzos por el desarme nuclear.” Y luego advirtió, sin profundizar en los detalles, que “el mundo será testigo de una nueva arma estratégica” del Norte “en un futuro próximo”.
A pesar de las implicaciones bélicas de sus declaraciones, el líder norcoreano no mencionó al presidente Donald Trump ni a Corea del Sur, lo cual fue considerado por los observadores internacionales como una atenuación de su acostumbrada retórica agresiva.
Para el analista de Corea del Norte de NK News, Chad O´Carroll, esta declaración “no llega a romper directamente la moratoria de abril de 2018 sobre los misiles de largo alcance y las pruebas nucleares. En cambio, las observaciones del Sr. Kim implican que la reanudación de las pruebas dependerá de las acciones de EE.UU. en las semanas y meses venideros”.
Discursos anteriores han señalado a los adversarios internacionales de Pyongyang cambios en la dirección de la política y los comentarios de este año parecen estar dirigidos con la misma intención.
“Kim Jong-un sabe que el Presidente Trump se enfrenta a una campaña electoral muy pronto y que la renovación del ICBM norcoreano y los ensayos nucleares serían una gran vergüenza para la política exterior de la Casa Blanca”, dijo el Sr. O’Carroll.