El incremento de defunciones acaecidas como consecuencia de la pandemia de coronavirus en Florida ha cambiado la operatividad de las funerarias y de forma particular en el condado de Miami-Dade donde muchas de esas empresas trabajan al máximo de su capacidad de servicio.
Las empresas dedicadas al manejo y la preparación de cadáveres, una labor calificada por la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional como de muy alto riesgo, han extremado su protección personal durante la jornada laboral para evitar contagios.
Los encargados de los hornos de cremación deben cuidar de tocar lo menos posible los cadáveres, aunque dispongan de los implementos necesarios para su protección. Francis Morales, encargado de un crematorio, comentó en una entrevista a Univisión que le parece muy triste la situación. “Son demasiados los (cuerpos) que tengo que cremar por coronavirus”.
En la funeraria Van Orsdel los últimos días han sido de mucho trabajo. Su gerente de operaciones, Frank López, refirió en el mismo reporte que ha habido días en los que han tenido que prestar servicio a 11 personas.
La misma empresa funeraria posee un sistema de esterilización de cuerpos de personas que han fallecido por COVID-19, con la finalidad de que puedan tener un servicio velatorio igual al de cualquier otra persona.
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La citada empresa tiene capacidad para almacenar hasta 100 cadáveres y en los últimos días has llegado a tener hasta 40 a la vez, de los cuales 20 murieron por coronavirus. De ser necesario, el crematorio puede trabajar las 24 horas, comentaron portavoces de la firma.
Debido a que las morgues de algunos hospitales del sur de Florida están a su máxima capacidad por el rápido incremento de las defunciones en el marco de la pandemia, algunas funerarias de Miami trabajan en la ampliación de sus unidades de refrigeración.
La Organización Mundial de la Salud ha dicho que los pulmones y otros órganos de los fallecidos por COVID-19 pueden contener el virus vivo e infectar a un médico si realiza de manera incorrecta la autopsia. El organismo aclaró que de otro modo los cadáveres no transmiten enfermedades.