El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, virtual ganador para un cuarto mandato en las elecciones de este domingo 7 de noviembre, con siete aspirantes rivales detenidos, acusó a los opositores de “terroristas” y “demonios” que conspiraron para impedir los comicios.
“Este día estamos desafiando a los que promueven el terrorismo, financian la guerra, a los que sembraron el terror, la muerte” en las protestas contra el gobierno de 2018, dijo Ortega en un acto en Managua, tras votar junto a su esposa Rosario Murillo.
Ortega, quien llegó al poder por las urnas hace 14 años y el próximo jueves 11 de noviembre cumplirá 76 años, se apresta a iniciar otros cinco años como presidente, a la cabeza del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN izquierda), junto a Murillo de 70 años y candidata a la vicepresidencia por segunda vez.
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Su permanencia en el poder no está en duda. El exguerrillero sandinista, quien también gobernó en los años 1980 luego de que el FSLN derrocara en 1979 al dictador Anastasio Somoza, enfrenta a cinco candidatos derechistas, desconocidos y tachados de colaboradores del Gobierno.
Estos comicios se celebran tres años y medio después de las protestas de 2018 que exigieron la renuncia de Ortega y cuya represión dejó al menos 328 muertos y más de 100.000 exiliados.
Acercándose los comicios, en una ofensiva contra la oposición que comenzó en junio, fueron ilegalizados tres partidos. Siete aspirantes presidenciales y otros 32 activistas sociales, políticos, empresarios y periodistas fueron detenidos, sumándose a unos 120 opositores que aún están presos desde 2018.
“Estaban conspirando, no querían que se realizaran estas elecciones”, justificó el mandatario. “Son sembradores de muerte, de odio, de terror (…) Son demonios que no quieren la paz”, aseveró según cita la AFP.
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En base a leyes aprobadas a fines de 2020, los recientes detenidos están acusados de atentar contra la soberanía, promover sanciones internacionales, “traición a la patria” o “lavado de dinero”, como es el caso de la aspirante opositora favorita, Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Barrios (1990-1997) y quien está en arresto domiciliario.
Un total de 13.459 mesas electorales abrieron a las 07H00 locales para unos 4,4 millones de electores convocados a elegir también a 90 diputados de un Congreso que, igual que todos los poderes del Estado, está bajo control del Ejecutivo.
La atención de los comicios en este país centroamericano de 6,5 millones de habitantes está centrada no en quién ganará, sino en la participación -la oposición llamó a no votar- y en la reacción de la comunidad internacional que considera estas elecciones “no democráticas”.
Ortega es señalado por sus críticos de “nepotismo” y de instaurar una “dictadura”. Él acusa a los opositores de “golpistas” apadrinados por Washington.