De acuerdo a una investigación divulgada por The New York Times, una andanada de ataques supuestamente provenientes de hackers rusos fue recibida en noviembre por la empresa ucraniana Burisma, con la intención de acceder a información que perjudicara a la familia Biden.
Los piratas informáticos de la nación geográficamente más grande del mundo, de acuerdo a la publicación, estarían vinculados a la agencia de inteligencia militar rusa GRU, actores que son protagonista de una continuada teoría de la conspiración que ahora tiene en su centro a uno de los hijos del exvicepresidente de Estados Unidos y aspirante presidencial demócrata, Joe Biden.
Puedes leer: Analista político de Fox News asegura que Trump no maneja bien el caso Irán
Burisma Holdings Limited es una sociedad de cartera para un grupo de empresas de exploración y producción de energía. Tiene su sede en Kiev, Ucrania, pero está registrada en Limassol, Chipre. Burisma Holdings ha operado en el mercado ucraniano de gas natural desde 2002.
La empresa hackeada es una de las mayores productoras de gas natural en Ucrania y para la que Hunter, el hijo de Biden, trabajó entre 2014 y 2019.
De acuerdo al diario de la Gran Manzana, los ataques contra Burisma comenzaron el pasado noviembre, poco después de que la oposición demócrata iniciara el proceso para abrir un juicio político al presidente estadounidense, Donald Trump.
Los expertos citados por el equipo de investigación conformado por los reporteros de Dean Baquet, creen que el objetivo de los hackers rusos era obtener información destinada a perjudicar a la familia Biden.
El andamio de datos de la historia de NYT construyó un relato en el que los hackers supuestamente intentaron robar información de Burisma usando diferentes técnicas. Por ejemplo, crearon webs falsas que se parecían a las páginas de inicio de sesión de las filiales de Burisma.
Y, además, enviaron a los empleados de Burisma correos electrónicos que se parecían a las comunicaciones internas de la empresa, de acuerdo a The New York Times.
Sobre las manos periodísticas hay suficiente material para establecer que existe coincidencias con el ataque informático que sufrieron durante la campaña presidencial para 2016 el equipo de la demócrata Hillary Clinton, contrincante de Trump, y el Comité Nacional Demócrata (DNC, en inglés), el órgano ejecutivo de esa fuerza política.
En ese caso, las agencias de inteligencia de EE.UU. concluyeron en un informe publicado en 2017 que el propio presidente de Rusia, Vladímir Putin, había ordenado influir en las elecciones estadounidenses mediante ciberataques porque sentía una “clara” preferencia por Trump.
Tanto Moscú como el mandatario estadounidense siempre han rechazado esa hipótesis.
Puedes leer: Pentágono no posee las pruebas que Trump esgrime para justificar ataque contra iraníes
La investigación de NYT ha colocado en contexto que el supuesto nuevo ataque contra Burisma se produjo en medio del proceso del juicio político a Trump, al que los demócratas acusan de haber presionado a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, para que abriera una investigación por corrupción contra la familia Biden, en un intento de perjudicarle de cara a las elecciones de este año.