Cinco nadadores rusos cruzaron el miércoles las aguas heladas del lago Baikal, en Siberia, para llamar la atención sobre las amenazas que pesan contra el mayor espejo de agua dulce el mundo.
Sin trajes de baño, los nadadores, cuatro hombres y una mujer, se relevaron para cubrir los 55 kilómetros del lago y terminar cerca de la ciudad de Irkutsk, un reto para el que llevaban varios años entrenándose.
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Cada nadador pasó entre 10 y 30 minutos en el lago antes de ser relevado por otro, una precaución indispensable por la temperatura del agua que puede llegar hasta los 9°C
“Esta acción [llamada “Por un Baikal limpio”] está dedicada a la ecología y a la pureza del lago Baikal para atraer la atención sobre nuestro lago”, dijo a la AFP uno de los nadadores, Andréi Bugai.
“Cuando las temperaturas son bajas, los músculos se endurecen y el cuerpo no obedece bien (…) No estábamos listos para esto”, dijo otro nadador, Evgueni Zaziulia, que dirige un club de natación.
Un barco de los servicios de socorro acompañó a los nadadores durante la travesía, que duró 17 horas y terminó el miércoles por la mañana.
El lago Baikal es la mayor reserva de agua dulce del planeta y sufre de la invasión de algas, del turismo intenso y de los incendios que se declaran cada año a su alrededor.