Al menos un centenar de hondureños ingresaron el miércoles 15 de enero a Guatemala de manera ilegal tras cruzar masivamente la frontera al noreste del país centroamericano, en sus intenciones de llegar a Estados Unidos.
Los hondureños, miembros de una nueva caravana que partió el martes 14 de enero desde San Pedro Sula, entraron a Guatemala por el departamento de Izabal, en la costa al Océano Atlántico de ambos países.
De acuerdo con varias fuentes citadas por medios locales, las autoridades aduaneras hondureñas no pudieron evitar el paso del centenar de migrantes, abrumados por la cantidad de personas que se congregaron en la frontera de Corinto, del departamento de Cortés que colinda con Izabal.
Los migrantes hondureños se concentraron el martes por la noche, antes de su partida, en una central de autobuses interurbanos de San Pedro Sula que es la segunda ciudad más importante del país.
Ese mismo día, un grupo de aproximadamente 200 migrantes se enfiló a Guatemala por el sector de Corinto. Otra caravana más nutrida también partió un día después del mismo lugar, pero prefirió cubrir otra ruta y así ingresar a Guatemala vía Agua Caliente.
Guatemala y Honduras tienen un acuerdo mediante el cual sus ciudadanos pueden cruzar las fronteras de ambos países sin inconvenientes, siempre y cuando accedan al registro aduanero con su documento de identificación.
Honduras registró la salida de otras cuatro caravanas entre octubre de 2018 y abril de 2019.
El recién juramentado presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, aseguró que su país será “extremadamente exigente” en cuanto al paso ilegal de menores de edad.
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“Hemos dado las instrucciones al director del Instituto Nacional de Migración que por los convenios regionales no podemos impedir que entren las personas que vienen plenamente identificadas”, expuso Giammattei.
Por su parte, el Gobierno de México avisó el miércoles que no entregará salvoconductos para que los miembros de la nueva caravana de migrantes hondureños puedan atravesar el país con destino a Estados Unidos, pero sí estudiará las solicitudes de refugio de quienes busquen quedarse en territorio mexicano.
“Simplemente no es México un país de tránsito solamente, no es un país que dé un salvoconducto, es un país que abre las puertas para incluir a las personas que quieran entrar y migrar a nuestro país pero de ninguna manera tenemos visas de tránsito o salvoconductos”, dijo a periodistas la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.
La funcionaria, de quien depende el Instituto Nacional de Migración, dijo que la caravana que partió de Honduras con destino a Estados Unidos está formada por unas 600 personas, que serán atendidas si desean regularizar su situación en México.