Skylar Herbert, una niña de cinco años, se convirtió en la víctima mortal más joven del coronavirus en el estado de Michigan. El deceso de la pequeña ocurrió en el Hospital Beaumont Royal Oak de Detroit, tras permanecer conectada a un respirador durante dos semanas.
El mes pasado la menor dio positivo en el test de COVID-19 y desarrolló una rara forma de meningitis según reportó WXYZ afiliada de la cadena de noticias CNN.
Ebbie y LaVondria Herbert llevaron a su pequeña hija al médico el 23 de marzo y para esa fecha todavía la menor no presentaba ningún síntoma del virus.
Tras realizarle varias pruebas el médico confirmó que Skylar tenía faringitis estreptocócica, una infección bacteriana que produce dolor de garganta y en algunos enfermos puede provocar jaquecas, vómitos o fiebre. Le prescribió algunos antibióticos y les envió a casa, pero transcurridas unas horas el estado de la pequeña empeoró.
Sin perder más tiempo, Ebbie y LaVondria Herbert llevaron a su hija al hospital donde le realizaron a Skylar la prueba del COVID-19 cuyo resultado fue positivo y los médicos consideraron que el dolor de cabeza y de garganta eran efectos secundarios de la enfermedad. Un día después, recibió el alta, pero en pocas horas, regresaron a urgencias pues la niña convulsionaba.
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La menor fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos pediátricos del hospital. Allí los médicos descubrieron que padecía meningitis, una enfermedad que afecta al sistema nervioso al inflamar el tejido que rodea al cerebro y la médula espinal. Durante su hospitalización su cuadro clínico se complicó al desarrollar una meningoencefalitis.
A pesar de los esfuerzos, los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida y después de pasar dos semanas conectada a un respirador, Skylar falleció el domingo 19 de abril. Hasta ahora los sanitarios no han podido confirmar que la meningoencefalitis de Skylar sea una complicación del COVID-19.
El fallecimiento de la niña ha conmovido a los ciudadanos de Michigan.
LaVondria Herbert, madre de Skylar, es oficial de la policía de Detroit desde hace 25 años y su padre Ebby Herbert es un efectivo del Departamento de Bomberos de la misma ciudad desde hace 18 años, dijo la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, durante una conferencia de prensa el lunes en la que informó sobre el caso.
“Han estado en primera línea y han servido con honor e integridad y no merecían perder a su hija por este virus. Nadie lo merece”, dijo Whitmer.
Según las cifras del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Michigan, Skylar es hasta el momento la víctima mortal más joven de la COVID-19 en el estado, donde ya suman 31.348 casos confirmados y 2.389 muertes.