El fundador del emblemático restaurante Versailles, que durante décadas ha recibido al exilio cubano en la Calle Ocho de Miami, Felipe Valls, falleció en días pasados a sus 89 años en la que desde 1960 fue su ciudad de acogida, Miami, cuando se fue de Cuba tras la llegada de Fidel Castro al poder.
Mediante un comunicado el Centro para una Cuba Libre recordó la figura de Valls que es una referencia del Miami construido poco a poco por la emigración de la isla caribeña que arribó a esta ciudad del sur de Florida después de la llegada a su país de la llamada revolución.
Valls resolvió hacer maletas cuando el régimen castrista confiscó los negocios de su familia, incluidos restaurantes y un club nocturno en Santiago de Cuba. Llegó a Miami y en noviembre de 1971 abrió Versailles que con los años se convertiría en punto de encuentro del exilio en Florida y referencia mundial de la cocina cubana.
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El empresario abandonó a Versailles y sus afamados pastelitos de guayaba y café bien cargado como parte primordial de la historia y la vida diaria de los cubanos de Miami.
Guillermo Mármol, presidente del Centro para una Cuba Libre, dijo que con la muerte de Valls se fue “un patriota cubanoamericano, líder cívico, filántropo y hombre de negocios”.
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El establecimiento de Valls se ha mantenido como centro sentimental de los cubanoestadounidenses de la ciudad, quienes en su interior recuerdan a su isla y hablan sobre el final del castrismo.
El Versailles abrió sus puertas hace 51 años y a lo largo de los años se ha convertido probablemente en el restaurante más popular de la Pequeña Habana, el barrio que recrea el estilo de vida cubano y actualmente foco de atracción turística.
Además de atraer turistas, Versailles se convirtió en punto de encuentro de opositores al Gobierno de La Habana y referencia para manifestaciones sobre temas políticos relacionados con la isla.