El ayuntamiento de la ciudad de Miami Beach celebró el éxito de las estrictas medidas de seguridad aplicadas este año para terminar con la violencia en las calles durante las vacaciones universitarias de primavera, conocidas como Spring Break.
Diferente a lo que se registró en años anteriores, en los que ocurrieron actos de violencia, disturbios e incluso tiroteos con víctimas mortales, este año las vacaciones universitarias transcurrieron con relativa normalidad en la turística urbe floridana.
“Creo que funcionó muy bien (el control de seguridad en Spring Break), y veremos qué pasa el año que viene, pero todo estuvo bien”, dijo en una conferencia el alcalde de la ciudad, Steve Meiner, quien estuvo acompañado por miembros de la comisión del ayuntamiento.
We stand united as a city committed to law and order, prioritizing safety for all residents and visitors. After a successful spring break, today we honored our Miami Beach PD and law enforcement partners. Thank you for keeping our city safe! pic.twitter.com/f7kfvjvJ2K
— Miami Beach Mayor Steven Meiner (@StevenMeiner) April 3, 2024
Los funcionarios de Miami Beach informaron que en este período vacacional de marzo la ciudad registró una disminución del 8% del total de arrestos, una reducción del 24% en cargos por delitos graves y del 10% en las llamadas al servicio policial, de acuerdo con un reporte del canal de televisión NBCMiami.
La ciudad emitió un toque de queda el pasado 15 de marzo para ese fin de semana, una medida que se sumó a un drástico paquete de restricciones para controlar los alborotos con registros de seguridad, revisión de bolsas para el acceso a la playa, puntos de control de alcoholemia y cierres anticipados de entradas a las playas.
Anteriormente, el pasado 5 de marzo, el gobernador de Florida Ron DeSantis, anunció el despliegue de más patrulleros estatales durante estas vacaciones para acabar con “el caos” y “la anarquía” en Miami Beach.
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En el Spring Break de 2023, dos personas murieron víctimas de disparos y se decomisaron más de un centenar de armas de fuego, mientras que en las dos últimas temporadas se registraron unos 600 detenidos.
Esta violenta y caótica sucesión de altercaciones obligó a las autoridades a declarar el estado de emergencia y un toque de queda, luego de un tiroteo con víctimas mortales ocurrido en la icónica calle Ocean Drive, ubicada en la primera línea de playa.