Un tono de severidad y preocupación está presente en la consejera María Quiñones-Sánchez cuando dice que la gente en Filadelfia, particularmente la comunidad latina, no se está tomando en serio el asunto de la pandemia.
Probablemente el hecho de ser una ciudad con más de un millón y medio de habitantes haga que en la mente de las personas se diluyan los hasta ahora 17 mil 047 contagiados, que siguen aumentado, y las 816 muertes.
La consejera de Filadelfia representante del Séptimo Distrito es una funcionaria de cuatro términos que tiene en su hoja de vida importantes logros. No solo es mérito el ser la primera mujer latina en llegar al puesto que hoy ocupa, o mantener su popular liderazgo a contracorriente de los que guían el partido demócrata en el que milita. En su nave de combate por las causas sociales lleva estampado el sello de importantes batallas legislativas, la más reciente, el Fondo de Mejora de Arrendamientos.
#FacebookLive | Filadelfia ha luchado para evitar una mayor propagación del #Covid19. Pero ¿qué se espera en los próximos días? Sobre esto conversó la consejera @MariaQSanchez con @perezcata9#ElSolLatinoCares#JuntosContraElCovid19https://t.co/MAU58OXjRn
— El Sol Latino Newspaper (@elsollatinonews) May 8, 2020
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Para hablar de la comunidad latina, la ciudad de Filadelfia y el impacto del coronavirus en la principal metrópolis de Pensilvania, la periodista Cata Pérez conversó con la consejera María Quiñones-Sánchez, con quien los seguidores de El Sol Latino Newspaper tuvieron la oportunidad de escuchar e interactuar durante una transmisión de Facebook Live.
Es difícil para nosotros
Aunque desde hace más de un siglo los puertorriqueños son nacionales estadounidenses, sus fibras más sensibles en el ámbito cultural las mantienen aparejadas al sentir de los caribeños.
“La pandemia del coronavirus nos ha cambiado el mundo. Tenemos que refrenar cómo somos. Los latinos nos abrazamos, todos los fines de semana nos reunimos en familia, nos encontramos para jugar dominó y descansar del arduo trabajo de la semana tomándonos unas cervezas”.
Esta colorida estampa dibujada con cariño por la consejera no deja de lado que frente a la pandemia la comunidad latina tiene desventajas, debido a que obligados por el virus a manejar la vida por canales virtuales, se estrellan con la realidad de no tener acceso a computadoras y conformar una de las minorías que tiene menos conectividad a Internet.
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“Hay gente sin familia, sin acceso a comida. La crisis nos ha hecho ver que hay mucha necesidad, pero nos ha mostrado que hay gente que ayuda”, dice Quiñones.
“Por otra parte el ser como somos ha sido una bendición, principalmente para nuestros abuelos. Los muertos por la COVID-19 en Filadelfia en alto porcentaje se ubican en los establecimientos de cuidados para ancianos. Nosotros los latinos no enviamos a nuestros abuelos a esos establecimientos y en una casa de nuestras familias pueden vivir hasta tres generaciones, porque no podemos deshacernos de nuestros mayores”.
Tenemos que ser serios
La consejera María Quiñones-Sánchez estima que desde el punto de vista sistémico la nación tiene un problema que repercute en las regiones. El número de pruebas que se realizan para saber si la población posee el virus en muy baja. “Cuando vemos en otras partes del mundo donde han hecho el examen más frecuente, ellos han estimado que 30% de la población tenía el COVID-19 en algún momento sin los síntomas”.
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Allí radica su preocupación. No solo está concentrada en las actitudes culturales, también cree que el Gobierno Federal debe hacer un mayor esfuerzo para incrementar el número de pruebas y realizarse las a todos. “Las personas asintomáticas van a ser el verdadero problema en el verano cuando se reabra la economía”. Según su mirada de allí saldrá una nueva ola de infección. Personas que no muestran síntomas ni acuden al médico, pero que estarán en las calles.
“Un paliativo va a ser ordenar el uso de las mascarillas, será una forma de ayuda a contener la propagación del virus, pero la gente debe colaborar”.