Nilda Ruiz, de la Asociación Puertorriqueños en Marcha (APM), no ha detenido su labor social a pesar de la pandemia y realiza sus mejores esfuerzos por mantener alimentados a los niños que atiende e informada sobre las oportunidades que hay disponibles en estos aciagos momentos para la comunidad.
Una revisión del estado de las cosas fue aportada por la presidente y CEO de la institución social, Nilda Ruiz, quien conversó con El Sol Latino Newspaper, durante una entrevista en Facebook Live que le realizó la periodista Cata Pérez.
En medio de las dificultades se hace aún más patente que las oportunidades se tornan invisibles para los vulnerables. “Generalmente los más necesitados son los últimos en enterarse de los recursos que están a su disposición”, dijo la ejecutiva que tiene 15 años al frente de una importante labor filantrópica en pro de la comunidad de Filadelfia.
#FacebookLive | Nilda Iris Ruiz, presidente y CEO de la Asociación Puertorriqueños en Marcha (@APMforEveryone) conversó con @perezcata9 sobre los programas que prestan para las familias menos favorecidas de #Philly#ElSolLatinoCares #JuntosContraElCovid19https://t.co/kkIvFoGIW1
— El Sol Latino News (@elsollatinonews) May 4, 2020
Una de las misiones de la Asociación Puertorriqueños en Marcha (APM) es ayudar a abrir las puertas que se modelan para socorrer a los necesitados y a incorporar a cada vez más ciudadanos que lo requieran a los programas de asistencia que por cerca de 50 años han desarrollado.
Filadelfia en pandemia
Nilda Ruiz es una estadounidense nacida en Filadelfia con ascendentes en el Estado Asociado de Puerto Rico. Ha vivido un sinnúmero de experiencias que la condujeron al camino del servicio público.
Tras lograr un grado universitario en Finanzas se incorporó a la tarea de ayudar desde el punto de vista social a los paisanos puertorriqueños y con la evolución de las oportunidades se transformó en una líder social que es requerida por cualquier familia necesitada en la ciudad de Filadelfia.
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La pandemia la mira como una pesadilla.
“Esto es espantoso. Uno mira afuera y no puede creer que estemos en los Estados Unidos. Personas con las máscaras, distanciadas. Da mucho miedo, porque ya se ve económicamente donde estamos. Vamos a llegar a una recesión que no sé qué tiempo nos tomará salir de eso, porque las personas no están trabajando, están quedando desempleadas.
La respuesta de APM
Décadas de experiencia en el manejo de Salud Mental los ha hecho ser una referencia. La presidente de APM, Nilda Ruiz, dijo que a través del número telefónica 2672967200, las personas pueden orientarse para conseguir asistencia de “telemedicina”.
“Muchas personas llaman a nuestros servicios porque requieren medicamentos, pero otros lo hacen porque necesitan hablar de la angustia que sufren al estar aislados dentro de sus propias casas”.
La experticia de APM en materia de vivienda la ha transformado en un centro de información para las familias que necesitan un lugar donde vivir. “Incluso en estos tiempos, estamos resolviendo problemas de desalojo, que se están dando a pesar que existe una medida judicial que los prohíbe”.
Con relación a los niños la labor es incesante. “En las escuelas de APM se atiende a más de 640 niños. Uno de los puntos sensibles es la alimentación, que la seguimos suministrando, porque sabemos que para algunos de esos pequeños esa comida es la única que tendrán al día. De allí nuestra enorme preocupación”.
Educación en línea
Nilda Ruiz hizo énfasis en la vocación educativa de todos los integrantes de la institución. Sobre este tema ponderó el trabajo de las maestras que atienden vía online a los niños para mantenerlos en su proceso de instrucción.
“Ya envueltos en esta situación de cuarentena la Asociación de Puertorriqueños en Marcha for everyone, consiguió dotar a sus más de seis centenas de estudiantes de tablets y garantizó que cada uno de ellos tuviese conexión a Internet”, dijo la presidente.
La educación es uno de los pilares fundamentales de la Asociación de Puertorriqueños en Marcha (AMP) y a través de los contactos que se hacen con los niños, también se conoce el estado de cosas que vive cada familia “y de haber cualquier tipo de atención que los padres o tutores de los niños requieran serán derivados a quienes los puedan ayudar”.
Con nuestro viejitos
Una de las actividades más bonitas que se ha desplegado bajo la tutela de la Asociación de Puertorriqueños en Marcha, es la asistencia a los adultos mayores. “Para ellos hemos conseguido portunidades de alimentos a través de Cosusin’s Supermarket, ubicado en la 5th. y Berks St.
El mercado es parte de los desarrollos de la APM y soporte fundamental para las labores de provisión de alimentos.
“También con personas voluntarias que tienen automóviles, hemos hecho una alianza para que ellos visiten a los viejitos con la misión de que sepan qué necesitan e ir a comprar para ellos y llevárselo del mercado hasta sus casas. Es muy lindo ver esa coordinación que está sucediendo ahora”.
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Sin embargo los problemas de alimentación no son exclusivos de los adultos mayores. Hay familias pasando momento difíciles. “Para ayudarlos a conseguir alimentos, hay diferentes sitios donde acudir y nosotros estamos enviando a la gente a esos lugares. No es tan fácil dar alimentos porque hay muchas normativas alrededor de esa actividad, por eso estamos trabajando con Phillabundance, con la iglesia en Hunting Park que está en Esperanza, todos los martes ellos distribuyen comida. Entonces dejamos saber dónde están esos diferentes sitios”.
La sombra del desempleo
De acuerdo a la presidenta de la APM, la mayoría de las llamadas a la institución tienen como tema central la consecución de un empleo. La pandemia ha lanzado al desempleo a miles de personas y es un detonante de problemas familiares.
“Estamos conectando a esas familias con sitios donde están empleando. Asimismo asistimos a las personas para que llenen adecuadamente los formularios para acceder a los beneficios por desempleo, donde pueden buscar recursos para el pago de sus rentas y acceso a alimentos. Esto genera mucha preocupación porque alguno de los niños que nosotros tenemos en los centros, la única comida que tiene es la que nosotros les damos y uno sabiendo eso se preocupa”.