Al Capone, uno de los gánster más temidos de la historia de Estados Unidos, nunca pensó que después de 74 años de su muerte él desataría un debate en Miami.
El criminal mejor conocido como Scarface (cara cortada) pasó los últimos días de su esperpéntica vida en una mansión de los años 20 en una isla de la Bahía Vizcaína, en Miami-Dade. En agosto pasado, el desarrollador Todd Michael Glaser y su socio Nelson González compraron la legendaria casa de nueve habitaciones por 10,75 millones de dólares.
Planeaban demoler la morada donde el capo falleció para edificar otra más moderna. “Es una vergüenza para Miami Beach”, dijeron los desarrolladores mientras alegaban que la residencia presentaba daños estructurales debido a las inundaciones.
Pero los planes de los constructores llegaron a oídos de los conservacionistas. En pocos días el proyecto generó una polvareda. Los grupos de defensa del patrimonio histórico de Miami Beach recogieron más de 25.000 firmas para frenar la aniquilación del mítico escondite del criminal más famoso de los años 20 y 30.
Cuentan que “cara cortada” se enamoró de esa morada mientras gestionaba su imperio criminal. Al Capone en 1928 pagó 40.000 dólares por el que fue su refugio temporal de 9 kilómetros cuadrados antes de que lo enviaran a la cárcel de Alcatraz, aunque en realidad allí planificaba sus crímenes. Al año siguiente le atribuyeron la masacre del día de San Valentín donde delincuentes disfrazados de policías fingieron una redada y acribillaron a cinco integrantes de una banda rival.
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En aquel entonces todas las miradas apuntaron al mafioso, pero como cortada alegó que ese día estaba en su casa de Miami. Las autoridades siempre creyeron que el audaz Capone allí solía reunirse en privado con su séquito de matones. Para ello contaba con una piscina, playa privada con vistas a la bahía y un embarcadero privado. Una casa de huéspedes servía de estancia para sus guardaespaldas.
Jugosa ganancia
Hace algunos días la polémica mansión fue vendida de nuevo por 15.5 millones de dólares, casi cinco millones más de lo que pagaron los desarrolladores que pretendían demolerla. La sociedad 93 Palm Residence LLC hizo una oferta, la cual fue aceptada y la venta se concretó.
“Capone no era un santo. Pero su casa es parte de la historia de nuestra ciudad: lo bueno, lo malo y lo feo. Y no creemos que deba ser derribada y reemplazada por una McMansion”, comentó Daniel Ciraldo, director de Miami Design Preservation League.
“Todo el que viene a Miami Beach conoce esta casa”, dijo Jack Finglass, presidente de la Junta de Preservación Histórica de Miami Beach.
Capone antes de ser liberado en 1939 comenzó a deteriorarse debido a una sífilis mal curada porque le tenía pánico a las inyecciones. Contrajo la enfermedad al mantener relaciones con prostitutas. Al salir de la cárcel se marchó a Miami.
Alphonse Gabriel Capone, conocido por el apodo de “Scarface” por las cicatrices de navajazos que tenía en el rostro, falleció a sus 48 años de un ataque al corazón en esta residencia, en 1947, poco después de ser puesto en libertad. Su cadáver lo encontraron en la bañera. En su lápida quedó un lacónico epitafio: “Jesús mío, ten compasión”.