Un análisis de expedientes médicos digitales en California reveló que el 32% de los pacientes que salieron de la COVID pero empezaron asintomáticos, reportaron secuelas problemáticas semanas e incluso meses más tarde con síntomas parecidos.
Mucha gente que experimentó síntomas a largo plazo de la COVID-19 no se sintió nada enferma al inicio de su infección. El estudio suma información significativa para el problema cada vez más importante del impacto duradero de la COVID-19 en la salud.
Esta nueva investigación, una de las primeras en enfocarse de manera exclusiva en la gente que nunca necesitó ser hospitalizada cuando tuvo la infección, analizó los expedientes médicos electrónicos de 1407 personas en California que dieron positivo por coronavirus. Más de 60 días después de estar infectadas, un 27 por ciento (382 personas) lidiaba con síntomas pos-COVID-19, como falta de aire, dolor de pecho, tos o dolor abdominal.
Los investigadores encontraron que casi una tercera parte de los pacientes con estos problemas a largo plazo no había tenido ningún síntoma en su infección inicial del coronavirus durante los diez días posteriores a dar positivo.
El nuevo estudio está publicado en el sitio de preimpresión MedRxiv y todavía no concluye la revisión por pares que está en curso. Este es el más grande que estudia los síntomas a largo plazo y usó expedientes de la Universidad de California con información demográfica y sanitaria, se excluyeron quienes reportaron síntomas desarrollados el año previo de su infección para enfocarse en el pos-COVID.
El estudio encontró más de 30 síntomas, entre ellos ansiedad, dolor de espalda baja, fatiga, insomnio, problemas gastrointestinales y frecuencia cardiaca rápida.
Los investigadores identificaron cinco grupos de síntomas que tienen una mayor probabilidad de ocurrir juntos, como el dolor de pecho y la tos, o el dolor abdominal y el dolor de cabeza.