Las redes sociales son de las herramientas más utilizadas por los jóvenes.
Sirven para mantener el contacto con amigos, compartir fotos o videos interesantes, pero también son la puerta a actitudes negativas, encuentros con desconocidos o ciberacoso. Los padres deben tener en cuenta los pro y los contra al momento de dar permiso a los hijos a usarlas. Hay algunas recomendaciones básicas.
La edad recomendada para iniciar en redes sociales dependerá de cada familia, pero las mismas plataformas recomiendan que se inicie entre los 14 y 16 años con educación y comunicación.
Hay métodos de control parental que lejos de intentar manejar, ayuda a supervisar las páginas que los jóvenes usan.
Esto también es importante si se le permite a un niño más pequeño usar internet, porque puede servir para otras cosas positivas: aprender idiomas, ver películas o videos educativos y entretenidos.
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Los jóvenes deben ser quienes tomen decisiones y asuman las consecuencias para aprender de los errores, los padres quienes deben asesorar y conocer de cerca estas situaciones para saber si todo va en orden. De esta forma, los hijos sabrán que se confía en ellos, sintiéndose autónomos y respetados.
Como en cualquier otro ámbito, deben existir los límites y normas, en especial al momento de escoger el horario de uso.
El aprendizaje también debe tener un sentido ético, donde prevalezca el respeto a los demás y el sentido común.
Igualmente, se debe dar prioridad a saber si se conoce bien a la persona que se está aceptando en redes sociales, usar al máximo las opciones de privacidad y resaltar la importancia de cuidar la imagen personal que muestran en redes sociales.