Tiger Woods reconoció que su regreso a la competición profesional continúa siendo incierto debido al “lento” proceso de rehabilitación tras la operación de espalda a la que se sometió en octubre. A pocas semanas de cumplir 50 años, el ganador de 15 títulos de Grand Slam descartó fijar un calendario para su vuelta y pidió “paciencia” ante la evolución de su estado físico.
Durante una conferencia previa al Hero World Challenge, torneo por invitación que organiza anualmente en las Bahamas, el golfista estadounidense explicó que la recuperación avanza más despacio de lo que esperaba. “No es tan rápida como me gustaría. Todavía estoy muy lejos de poder determinar un calendario para el próximo año”, admitió. Woods reveló que recién la semana pasada recibió autorización médica para comenzar a practicar golpes cortos como chips y putts, un primer paso que considera insuficiente para proyectar su retorno a los campos. “Solo espero poder jugar de nuevo. Déjenme lograr eso, y luego veré cuál será el programa”, afirmó.
El californiano no compite desde su participación en el Abierto Británico de julio de 2024, período en el que ha atravesado varias intervenciones quirúrgicas. La más reciente fue un reemplazo de un disco lumbar, la séptima operación de espalda de su carrera. Además, sigue lidiando con las secuelas de las graves lesiones en la pierna derecha que sufrió en el accidente automovilístico de 2021.
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“Ha sido un año difícil”, reconoció Woods, quien subrayó que el proceso actual limita significativamente sus actividades. “La rehabilitación es lenta. No puedo hacer mucho después del reemplazo de un disco. Me gustaría poder volver a jugar al golf, no lo hago desde hace mucho tiempo”, concluyó.
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