Las últimas generaciones de jóvenes en Japón evitan consumir mucho alcohol, pero las autoridades quieren cambiarlo, así que idearon una campaña.
¿La razón? Al beber menos reducen fuertemente los ingresos que generan los impuestos que tienen las bebidas como el sake.
La campaña, llamada «¡Viva el Sake!» o «Sake Viva!», espera llegar a un plan para volver atractiva de nuevo esta bebida y de esa manera impulsar la industria de los licores.
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Los nuevos hábitos de consumo, formados sobre todo durante la pandemia, y una población que cada vez envejece más, han llevado a un declive en la venta de alcohol. La idea es que los jóvenes den ideas sobre promoción, marcas y planes que incluso involucran la Inteligencia Artificial.
Las personas que deseen participar en el concurso tienen hasta el final de septiembre para presentar sus ideas. En noviembre se realizará una presentación con los planes de los finalistas elegidos.
Pero, como era de esperarse, la campaña está recibiendo comentarios negativos en redes sociales por alentar hábitos poco saludables, pero la Agencia Tributaria le dijo a EFE que «no busca que haya un consumo excesivo de alcohol y también trabaja para educar a los jóvenes para un consumo moderado».
Cifras recientes de la agencia de impuestos muestran que las personas bebían menos en 2020 que en 1995, y las cifras se desplomaron de 100 litros a 75 litros por persona al año.
El organismo también trabaja para apoyar a la industria alcohólica nacional promoviendo la exportación de sake, que son una parte importante de la cultura y la tradición de Japón.