En las últimas semanas el tráfico de humanos se ha reactivado en el islote colombiano de San Andrés, tanto así que las autoridades han interceptado al menos 25 embarcaciones ilegales.
Hasta hace algunos meses los migrantes preferían arriesgar sus vidas por la selva del Darién para evitar pagar 4.000 dólares a los traficantes que los transportaban en lanchas. Ahora desde San Andrés salen hasta Centroamérica y luego siguen hacia Estados Unidos.
La Armada Nacional de Colombia informó que la nueva ruta parte desde el islote colombiano de San Andrés. La vía de escape había permanecido inactiva en los últimos cuatro años pues el negocio se había concentrado en el tapón del Darién en la frontera con Panamá. Por allí han cruzado, solo en 2022, unos 50.000 migrantes, según cifras de Naciones Unidas.
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La isla es un punto estratégico que cuenta con un embarcadero ilegal donde los migrantes llegan a diario, sobre todo venezolanos, dijeron las autoridades. Muchas de las embarcaciones utilizadas por los traficantes son artesanales.
Las autoridades han detectado que organizaciones criminales utilizan las redes sociales para vender la mortal ruta como si fuera un paquete turístico. La travesía comienza en las fronteras con Ecuador y Venezuela, desde donde los interesados son llevados a Cali, a Bogotá o a Medellín, después vuelan hacia San Andrés.
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