Cientos de Potterheads con túnicas de Hogwarts y sombreros de brujos, bebieron cerveza de mantequilla y posaron para fotos en los zapatos gigantes de Hagrid durante la esperada apertura de la tienda de Harry Potter en Nueva York.
Fans hicieron fila durante horas bajo una fuerte lluvia para ser los primeros en visitar la tienda de tres pisos en el sur de Manhattan, que acoge la mayor colección de productos de Harry Potter en el mundo.
Grandes multitudes se reunieron fuera de la tienda durante la mañana -los clientes debían reservar hora para entrar- y se llamó a la policía para garantizar el orden.
Dentro, los fans del mágico mundo de la escritora J.K. Rowling se sacaban selfis frente a una cabina de teléfono roja como la que transporta a las brujas y magos al ministerio de la magia y compraron “fizzing whizzbees”, una golosina efervescente.

Se probaron uniformes del juego Quidditch, ojearon copias de la serie de libros más vendida de la historia y probaron la bebida favorita de los magos en el bar Butterbeer.
La mayor tienda de Harry Potter debía abrir el verano pasado pero su inauguración fue aplazada debido a la pandemia de coronavirus.
Hace más de 20 años que se publicó «Harry Potter y la piedra filosofal». Fue una revolución en aquel 30 de junio de 1997, nadie esperaba que se expandiera hasta convertirse en el cosmos que es hoy en día.
Conjuros, calderos, varitas mágicas, criaturas increíbles y escobas voladoras son algunas de los objetos que se podrán adquirir en la nueva tienda de Harry Potter que Wizarding World, la marca creada por J.K. Rowling para concentrar todo el universo del mago y otras franquicias como «Animales fantásticos y dónde encontrarlos», ha inaugurado en Nueva York.