El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó el sábado 7 de junio el despliegue en Los Angeles de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional para controlar las protestas contra las redadas que realizan agentes federales de inmigración.
La segunda jornada de choques con las autoridades continuaba en la noche del sábado en el barrio Paramount, de acuerdo con imágenes difundidas en directo por la AFP. Dicha comunidad alberga unas 50.000 personas, la mayoría latinos, en la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos.
Trump firmó la noche del sábado un memorando “para el despliegue de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional para controlar la anarquía que dejaron arraigarse”, dijo en un comunicado la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt.
La Guardia Nacional, un cuerpo de reserva militar, es usada en situaciones de emergencia como desastres naturales, pero su despliegue es raro en casos de protestas. En 2020, fue desplegada tras los desmanes por la muerte de George Floyd a manos de la policía.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, amenazó con hacer uso del ejército regular destacado en una base cercana. De ser necesario los “infantes de marina de Camp Pendleton también serán movilizados. Ya están en alerta”, declaró en redes sociales.
El sábado, agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) se concentraban en un área cercana a la sede de un almacén Home Depot, usada frecuentemente por personas que ofrecen servicios como jornaleros.
No se determinó si los agentes se alistaban para una redada o si se encontraban allí por otro operativo.
Manifestantes les arrojaron objetos mientras los agentes respondieron con gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento, de acuerdo con reportes de medios locales y publicaciones en redes sociales. Las autoridades también cerraron parte de una autopista, según reportes de prensa.
“Tolerancia cero”
“La administración Trump tiene una política de tolerancia cero con el comportamiento criminal y la violencia, en especial cuando la violencia se dirige contra oficiales de las fuerzas del orden que tratan de hacer su trabajo”, agregó Leavitt.
El gobernador de California, Gavin Newsom, se opuso a las medidas. Es “intencionalmente provocador y solo aumentará las tensiones” dijo en la red social X. “Estamos en estrecha coordinación con la ciudad y el condado”.
El viernes 6 de junio, agentes de inmigración realizaron redadas en diferentes partes de la ciudad, lo que generó los primeros enfrentamientos que duraron varias horas.
La alcaldesa de Los Angeles, Karen Bass, admitió que algunos residentes sentían “miedo” tras las acciones de las autoridades de inmigración.
“Todos tienen derecho a la protesta pacífica, pero permítanme ser clara: la violencia y la destrucción son inaceptables”, escribió en su cuenta de la red social X.
Arrestos
“Si el gobernador de California, Gavin Newscum, y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, no pueden hacer su trabajo, que todos saben que no pueden, entonces el Gobierno Federal intervendrá y resolverá el problema, DISTURBIOS Y SAQUEOS, de la forma en que debe resolverse!!!”, escribió Trump en su plataforma Truth Social, en referencia a Newsom con un nombre peyorativo.
El subdirector del FBI, Dan Bongino, aseguró que se realizaron varios arrestos desde los choques que comenzaron el viernes.
El sábado, manifestantes agitaron banderas mexicanas y gritaron consignas contra las autoridades migratorias, mientras que otros quemaron una bandera estadounidense, de acuerdo con el diario Los Angeles Times.
Las redadas contra migrantes indocumentados son parte de las políticas implementadas por Trump desde el inicio de su administración en enero.
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El republicano fue electo para un segundo periodo en gran medida por su promesa de reprimir la entrada y la estadía de migrantes indocumentados en Estados Unidos, a los que comparó con “monstruos” y “animales”.
“Estamos haciendo a Los Ángeles más seguro. La alcaldesa Bass debería agradecernos”, dijo en la red social X Tom Homan, el zar de seguridad fronteriza del gobierno de Trump.
Por: AFP