“Ford v Ferrari”, narra la batalla en la década de los años sesenta del siglo pasado del fabricante Ford para derrotar a la italiana Ferrari en la histórica carrera de Las 24 horas de Le Mans.
Gracias a la dedicación del ingeniero Carroll Shelby, y del piloto británico Ken Miles, Ford creó el GT40 que ganó la carrera cuatro años consecutivos, en 1966, 1967, 1968 y 1969. Nunca más Ford ganó Le Mans.
La sección dedicada a los automóviles hoy toma su palabra de paso en las incidencias de la película dirigida por James Mangold que fue estrenada en el Festival de Cine de Toronto. El film relata una de las victorias deportivas más históricas del fabricante Ford y se estima que sería probable que los descendientes del mítico ingeniero deseen verla.

Quizás los momentos estelares del filme, basado en la historia real, son las tres o cuatro escenas antológicas que hacen añicos la imagen de Henry Ford II, representado por el actor Tracy Letts, dibujando una persona dominada por la altanería, arrogancia y cobardía.
Puedes leer: Mustang Shelby GT500: El hirsuto cuadrúpedo de Ford para 2020
No obstante en Toronto, la película de Mangold se ha ganado la ovación del público y hay rumores de nominaciones para los Óscar, especialmente por la actuación de Bale.
Perspectiva de la dinastía
Pero para una producción épica que lleva a la gran pantalla el gran momento de Ford en la prueba automovilística más prestigiosa del mundo, la representación que Mangold realiza de Henry Ford II y toda su cuadrilla de directivos ha tenido que desquiciar las partes nobles de Dearborn, la sede de Ford en las afueras de Detroit.
De momento, el hijo de Henry Ford II, Edsel Ford II, ya ha señalado en Twitter que no piensa a ir a ver la película: “Sobre la base del tráiler, creo que no iré. Yo estuve en Le Mans en 1966”.
Desde el punto de vista de las asociaciones de ideas Mangold reconoció en una reciente entrevista a Los Ángeles Times que hay un claro paralelismo entre el despreciable mundo de los altos ejecutivos de Ford que retrata la película y la trastienda del mundo del cine, en el que los hombres de los despachos intentan recortar a los artistas.
“Vi una gran cantidad de paralelismos. He tenido reuniones con el estudio en el que se me dijo: ‘Este elemento de tu película debe cambiar o no la hacemos'”, explicó Mangold para quien el momento histórico que refleja la película está perdido porque ahora todo está dominado por lo que marcan los ordenadores.
Datos y frame
El largometraje biográfico dicen que levantará llagas entre los Ford, cuando Henry II personaje se sube a duras penas en el GT40 y Shelby y hace una demostración de las capacidades del deportivo que están construyendo.

Basta decir que la prueba termina con un aterrado Henry II incapaz de contener el llanto histérico. Es difícil imaginar a Enzo Ferrari pronunciar la más mínima exclamación en una situación similar.
No es de extrañar que Edsel Ford II haya escrito que Tracy Letts “no es Henry Ford II”.
Puedes leer: Aurus es la limusina rusa de Putin que están bloqueando en Europa
Porque lo que “Ford v Ferrari” revela es que el mayor éxito deportivo de la historia de Ford fue fruto no del trabajo de uno de los mayores fabricantes de automóviles del mundo, sino al esfuerzo y la dedicación de un pequeño equipo de personas ajenas a la empresa, capitaneados por Shelby y Miles.