En las cortes mercantiles suelen ser habituales los litigios entre empresas debido a que sus nombres comerciales son parecidos. En una marisma legal de este tipo está hundiéndose la marca Aurus, el nombre de un lujoso vehículo ruso ensamblado por una empresa homónima.
Los problemas de Aurus están ocasionando dificultades para que la marca se posicione en Europa, mercado donde tres empresas del ramo automotor han establecido querella contra el producto moscovita que tiene como distinción el haber sido presentado en sociedad por el propio presidente Vladímir Putin durante su última investidura.
Además, en la última cumbre entre Rusia y Estados Unidos celebrada el pasado verano en Finlandia, sirvió para ver por vez primera al nuevo vehículo del presidente ruso Vladimir Putin, una súper limusina acorazada cuyo desarrollo ha superado ya los seis años y es que pese a estar ya en circulación, todavía continúa mejorando algunos aspectos.
De acuerdo al periódico “Izvestia”, la ensambladora nipona Toyota, en conjunto con la itálica empresa Lamborghini y la francesa Michelin, redactaron sustanciadas demandas ante la Oficina de Propiedad intelectual de la Unión Europea (EUIPO) en la que cuestionan el tenor cacofónico de la marca rusa que fonéticamente se emparenta con los nombres de productos insignia de los querellantes, informó el periódico ruso.
Un reportaje elaborado por el equipo editorial que maneja Vladimir Mámontov desde la capital rusa, precisa que de acuerdo a los representantes de estas compañías, el nombre de marca Aurus, presentado por Rusia ante la Oficina Europea de Patentes, es tan parecido a las denominaciones de algunos de sus modelos que podría llamar a confusión.
Estas demandas podrían obligar a la compañía rusa a cambiar el nombre del automóvil para que pueda acceder al mercado de la Unión Europea.
El Aurus Senat, cuya grafía es Сенат en alfabeto cirílico, es un automóvil desarrollado por el Instituto de Motores de Investigación del Automóvil y de automoción Central Scientific (NAMI) en Moscú. Se trata de una limusina blindada que es impulsada por un motor V8 de 4.4 litros y un V12 de 6.6 litros (634 kW) que pronto habría de estar disponible. Es el coche estatal presidencial de Rusia.
El Aurus Senat es parte de la serie Kortezh, que en el marco de un proyecto más ambicioso incluirá un sedán, un monovolumen y un vehículo todo terreno. El Senat se mostró públicamente por primera vez en el Salón Internacional del Automóvil de Moscú en septiembre de 2018.
Un problema de sonidos finales
Todos los detalles cuentan cuando las representaciones mercantiles ven amenazados sus productos. La compañía Toyota argumentó que Aurus solo se diferencia en una letra de Auris, modelo hatchback producido por la corporación nipona.
Automobili Lamborghini Holding apuntó a la semejanza de la marca rusa con la de su todoterreno de lujo Urus, mientras que la productora de neumáticos Michelin defendió a su marca asociada Taurus.
El abogado de Toyota, Christian Thomas, explicó en la demanda presentada ante la Oficina de Propiedad intelectual de la Unión Europea (EUIPO) que las marcas comerciales se diferencian solo en la penúltima letra.
“Los usuarios tienden a concentrarse en la parte inicial de la marca debido al sistema de lectura de izquierda a derecha. A primera vista el consumidor no reconoce esa diferencia y confundirá la marca con la de su competidor”, argumentó el abogado, citado por el rotativo ruso.
NAMI prepara su defensa
La empresa rusa NAMI, es la organización científica líder en la Federación de Rusia en el campo del desarrollo de la industria del automóvil y fabricante del Aurus. En estos momentos tiene trabajando con dedicación a su equipo legal para llevar a cabo las gestiones de inscripción de la marca en Europa y el Oriente Medio.
NAMI, que en su país de origen fue galardonado con la Orden de la Bandera Roja del Trabajo, está sufriendo un contratiempo de tipo legal que frena su acceso al mercado europeo.
Según representantes de la empresa, la marca ya fue registrada por la Oficina de Marcas del Benelux, y en Letonia y Lituania, lo que permite su venta solo en esos países.
De prosperar la demanda presentada, la prohibición podría extenderse a esos países y NAMI se vería obligada a efectuar un cambio de marca.