La cifra de muertes asociadas a la COVID-19 en Florida superó las tres mil este miércoles al registrar 25 decesos adicionales, lo que elevó los fallecimientos a 3.018. La entidad eportó 2.610 nuevos casos confirmados de coronavirus para un total de 82.719 contagios de acuerdo con los reportes emanados del Departamento estatal de Salud.
El número de casos adicionales es menor al reportado el martes, que fue de 2.783 nuevos contagios que es hasta ahora la cantidad más alta reportada en un solo día desde el 1 de marzo cuando las autoridades sanitarias comenzaron las estadísticas de la pandemia.
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Durante el pasado fin de semana en el estado se registraron 2.581 nuevos casos el sábado y 2.016 el domingo, y se ha mantenido una tendencia de más de 1.000 contagios diarios desde el 3 de junio según las cifras oficiales.
A pesar de que los casos reportados están en aumento, las autoridades del estado han promediado entre 30 y 40 muertes por día desde los primeros días de mayo cuando comenzó el programa de reapertura económica.
Especialistas y médicos atribuyen el aumento constante de los casos de coronavirus a una combinación de factores. Entre ellos destaca el descuido de las personas a las medidas del uso de tapaboca y el incumplimiento del distanciamiento social tras la reapertura.
También atribuyen el incremento de los nuevos casos desde hace más de dos semanas a que han aumentado las pruebas y a que ahora se están haciendo en lugares donde al principio de la pandemia no se hicieron, como hogares de ancianos, cárceles y comunidades agrícolas.
El foco principal está en Miami-Dade, Broward y Palm Beach, pero la cuenta de casos nuevos no aumenta solo en esos tres condados del sureste del estado. Solo 359 de los 2.783 casos nuevos del martes corresponden al foco principal.
Los alcaldes de Miami, Francis Suárez; y Miami Beach, Dan Gelber, dijeron el lunes que sin duda, se están haciendo más pruebas y eso tiene efecto en la cuenta de casos nuevos, pero también señalaron que no se están cumpliendo a rajatabla las medidas que las autoridades sanitarias de Estados Unidos establecen para contener el contagio de la pandemia cuando ya se ha salido del confinamiento.
Se llegó a decir que Miami y Miami-Beach iban a volver al confinamiento por el aumento de los casos, pero Suárez y Gerber dijeron que ese sería el último recurso pues tendría consecuencias muy negativas para una economía quebrada y con unos 400.000 desempleados.
Por ello optaron por hacer “sonar la alarma” sobre el riesgo que supone bajar la guardia en la prevención de la COVID-19 y atrasar el paso a la Fase 3 de la reapertura del estado.