El número de casos confirmados del nuevo coronavirus en Florida aumentó la noche del jueves 16 de abril a 23.340 contagiados mientras que los decesos contabilizaban 668, lo que significan 443 nuevos contagios 32 fallecimientos adicionales en las últimas doce horas causados por la pandemia. A pesar de estas cifras las autoridades de la entidad dicen estar “confiadas” en que los hospitales no se colmarán.
El miércoles 15 de abril por la mañana el Departamento de Salud informó sobre 22.897 casos y 636 muertes.
El número de hospitalizaciones también se ha incrementado de 3.305 a 3.458 en el mismo lapso y las pruebas realizadas han pasado de 220.892 a 225.736. De estas, 23.340 dieron positivo.
El gobernador Ron DeSantis, en la conferencia de prensa que ofrece cada día para informar sobre la situación en su estado, se mostró optimista con respecto a la respuesta que pueden dar los hospitales. Dijo sentirse “tranquilo y confiado” porque “no se van a llenar los hospitales, ahora con un 43 % de camas disponibles en Florida”.
Una larga fila de vehículos se alineó desde tempranas horas del jueves en el Hard Rock Stadium, en Miami Garden, que desde el lunes 13 de abril redujo los requisitos para pruebas de COVID-19. Desde esa fecha se han realizado más de 1.500 test sin cita previa a parir de los 18 años de edad. El número de pruebas que ahora se pueden realizar allí por día es de 750, en comparación con las 400 de antes.
Por condados, los situados en el sureste de Florida siguen siendo los más afectados por la pandemia. Hasta el jueves Miami-Dade presentaba 8.326 infectados y 183 muertes; Broward, 3.466 casos y 101 muertes y Palm Beach, 1.867 contagios casos y 112 decesos.
El condado de Orange, al que pertenece Orlando, la turística ciudad de los parques temáticos en el centro del estado, es el cuarto más afectado, con 1.114 casos y 21 muertes.
En Monroe, en el extremo sureste del estado, donde están los turísticos Cayos de Florida, a los que solo pueden acceder los residentes como medida preventiva de los contagios, hay 66 casos y 3 muertes hasta ahora.
Florida sigue bajo una orden de confinamiento obligatorio que mantiene cerrados todos los negocios que no son esenciales y a la gente en sus casas salvo para comprar productos básicos, trabajar en casos especiales y hacer ejercicio físico.
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Carlos Giménez alcalde de Miami-Dade, el condado más afectado, dijo que está estudiando la manera de abrir parques y marinas “de una manera gradual” por recomendación de especialistas en salud mental.
Giménez indicó que la pérdida de ingresos en el condado se calcula en 170 millones de dólares hasta el final del próximo año fiscal (octubre de 2021), que no incluyen las pérdidas del aeropuerto principal y el puerto marítimo.
Por su parte, el gobernador DeSantis, volvió a hablar sobre la creación de una fuerza de trabajo a finales de semana para analizar la posibilidad de “volver al trabajo” a nivel estatal, mientras que los contagios por el COVID-19 continúan en aumento.
DeSantis firmó una orden ejecutiva para que las personas desempleadas no tengan que confirmar su “búsqueda activa de trabajo” cada dos semanas, como estipula la ley.
En Florida 181.293 desempleados presentaron reclamos la semana pasada. Eso eleva el total del estado a más de medio millón desde que comenzó la crisis por el coronavirus.