El Fiscal General de Pensilvania, Josh Shapiro, ha abierto una investigación criminal que recae sobre los centros de cuidados a largo plazo para ancianos, con el fin de determinar si hay circunstancias negligentes que hayan hecho que a la fecha 2 mil 600 residentes de estos asilos hayan muerto por la COVID-19.
Es un hecho, de acuerdo a un comunicado de la Oficina del Fiscal, que se están llevando a cabo “investigaciones criminales activas”.
Desde que la pandemia empezó en los Estados Unidos, la muerte siempre estuvo en los alrededores de los hogares de ancianos, sin embargo la Fiscalía de Pensilvania quiere tomar la evaluación criminalística para descartar la incidencia de manejos inadecuados, poco éticos o negligentes, que puedan ser usados para armar una acusación criminal.
Puedes leer: Nadie esperaba que “el lobo” sacara las garras para detener insurreción en Penn
Hasta el momento el anuncio de la Fiscalía General no tiene coordinadas públicas que permita a la prensa decir hacia dónde se dirige. La oficina del fiscal general no dijo cuántas instalaciones está investigando, ni reveló sus nombres, ni dio ningún otro detalle sobre las acusaciones específicas. En general, la oficina del Fiscal General tiene jurisdicción en los casos de negligencia criminal.
En voz de Shapiro
El Fiscal General Josh Shapiro dijo en una declaración escrita, que “haremos responsables criminalmente a las instalaciones de enfermería y a los cuidadores si no proporcionan el cuidado adecuado a nuestros seres queridos”.
“Aunque saludamos y apreciamos al personal de las residencias de ancianos en primera línea durante esta pandemia, no toleraremos a aquellos que maltraten a nuestros ancianos y violen la ley”.
Postura de LeadingAge PA
Los periodistas Mark Scolforo, Marc Levy y Michael Rubinkam de NBC Philadelphia lograron sobre esta caso declaraciones de Adam Marles, presidente y CEO de LeadingAge PA además de datos de contexto que colocan en perspectiva la decisión de Shapiro de iniciar una investigación.
LeadingAge PA representa a cientos de hogares de ancianos sin fines de lucro en todo el estado, dijo y frente a las circunstancias su CEO ha dicho que seguirán “apoyando a nuestros miembros, sus trabajadores de primera línea y residentes durante cualquier investigación”.
Es una verdad palpable que los centros de cuidados a largo plazo han luchado durante meses para contener el coronavirus. El patógeno ha enfermado a unos 12 mil residentes de 540 asilos y casas de cuidado personal, lo que representa una quinta parte de las infecciones confirmadas en el estado, según el Departamento de Salud. La Guardia Nacional ha sido desplegada en más de una docena de hogares con brotes severos.
De acuerdo a datos del Departamento de Salud uno de los peores brotes se ha dado en el Centro de Rehabilitación y Bienestar de Brighton en el condado de Beaver, cerca de la frontera con Ohio, donde docenas de personas han muerto y el Departamento de Salud ha instalado un administrador temporal.
Un punto de referencia
La administración del gobernador Tom Wolf ha tenido que distribuir un número reducido d pruebas para diferentes estratos en el estado de Pensilvania, razón por la que su gestión ha estado bajo fuego. Sin embargo en la cadena de responsables se apunta al Gobierno Ferederal, que ha sido lerdo en el suministro de una respuesta rápida que ha dejado a la merced de las circunstancias a Gobernaciones y Alcaldías.
La participación de Shapiro llega cuando la administración del Gobernador Tom lanza un plan para comenzar las pruebas universales de coronavirus en los asilos y otras instalaciones que proveen cuidado a los ancianos.
Puedes leer: Filadelfia evalúa test ID NOW para coronavirus con resultados en 13 minutos
Las residencias de ancianos han dicho por mucho tiempo que no han podido hacer suficientes pruebas de diagnóstico para identificar y aislar rápidamente a los pacientes y al personal que tienen el virus. Dicen que las pruebas son críticas porque la gente puede propagar el virus sin saber que lo tienen.
La nueva guía del Departamento de Salud alienta a las instalaciones en las que ya está presente COVID-19 a que hagan pruebas a todos los residentes y al personal, tengan o no síntomas de la enfermedad. Las residencias de ancianos sin infecciones conocidas del virus deben hacer pruebas al 20% de los residentes semanalmente, dice la guía. Se requerirán pruebas para los residentes que regresen a un hogar de ancianos desde el hospital.
La secretaria de salud, Dra. Rachel Levine, dijo el martes que la escasez de suministros de pruebas había hecho imposible anteriormente las pruebas de vigilancia en los asilos. Pero dijo que ahora hay un número suficiente de pruebas para permitir que cada residente y miembro del personal se someta a ellas. Las pruebas servirán como un sistema de alerta temprana, dijo.
“Este esfuerzo nos dará una imagen más clara de la extensión de los brotes en los asilos, y una ventaja para detenerlos”, dijo.