El representante de California, Devin Nunes, nos ha recordado su dedicación al servicio de la agenda de Donald Trump con una demanda. Ha demandado a Twitter y algunos usuarios por $250 millones acusando a la plataforma social de censurar puntos de vista conservadores, difamación y negligencia. Irónicamente, él propuso la Ley de Demandas Judiciales Frívolas, pero quiere ser el rostro de una respuesta conservadora a las críticas y se siente cómodo en ese papel porque lo hacía como presidente del Comité Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes. Hizo frecuentes viajes a la Casa Blanca para informarle al presidente de lo que sucedía en el comité. Y lo hizo a la luz del día bajo las miradas asombradas de los reporteros del Congreso, por lo que todavía está ansioso por ser el protector de las políticas de Trump. Puede que no gane la demanda, pero obligará a Twitter y a varios usuarios a defenderse y gastar mucho dinero y tiempo.
En 2017, se hizo a un lado temporalmente después de que fue acusado de revelar ilegalmente las deliberaciones del comité a la Casa Blanca. Nunes alega que Twitter “por sus acciones, tuvo la intención de generar y difundir declaraciones falsas y difamatorias sobre el Demandante (él) para influir en el resultado de la elección del Congreso de 2018 e interferir con su importante investigación de la corrupción …” Uno pensaría que investigaba las elecciones de 2016 para descubrir cómo los rusos ayudaron a Donald Trump. Pero su investigación fue absurdamente dedicada a “la corrupción de la campaña de Clinton y la supuesta participación rusa”. Esa última afirmación se contradice con todas las pruebas que Mueller ha recopilado hasta el momento, a través del testimonio de Michael Cohen, Manafort, y las acusaciones de varios Rusos que interfirieron en la elección en nombre de Trump. Impeach Nunes, fiel siervo de Trump.