Decenas de activistas de grupos civiles y religiosos de todas partes del país viajaron a Florida el pasado fin de semana para manifestarse en contra del Albergue de Homestead para Menores Migrantes Sin Acompañantes ubicado al suroeste del Condado Miami-Dade.
Bajo la lluvia, los manifestantes protestaron por la muerte de al menos siete menores de edad en otras instalaciones similares de Estados Unidos y exigieron al gobierno de Donald Trump que cierre el controversial centro de detención y permita la reunificación de las familias de inmigrantes.
En la fecha en la que se celebraba el Día del Padre, los activistas urgieron frenar la detención de niños indocumentados en el país, entre ellos los del Centro Homestead.
Este Centro ubicado en el sur de Florida es el único refugio de su tipo que queda abierto en Estados Unidos. En enero del presente año las autoridades federales cerraron uno similar que estaba ubicado en Tornillo, Texas.
En Homestead hay casi 1.300 niños con edades comprendidas entre 13 y 17 años originarios de Centroamérica, pero el Gobierno anunció en abril que expandiría su capacidad para alojar hasta 3.200 niños inmigrantes.
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Más de una docena de grupos activistas y de diferentes religiones del país organizaron el evento que se realizó por espacio de varias horas. Esta es la segunda actividad del año en la que manifestantes protestan para esta fecha. En mayo de 2018, para el Día de la Madre también protestaron unas 300 personas.
La llamada “Marcha para terminar la detención de niños” fue convocada por una coalición de grupos religiosos y civiles, entre ellos el Centro de Acción Religioso.
Una de las organizadoras de la protesta, Kristin Kumpf declaró que este Día del Padre, aproximadamente 800 personas en 22 estados del país informaron que concurrirían a manifestaciones similares en pro de los derechos humanos de los niños.
La activista de American Friends Service Committee, Lucy Duncan, solicitó un minuto de silencio por los siete infantes que han fallecido en las manos del gobierno de los Estados Unidos y rociaba una planta al momento de nombrar a cada uno de los menores de edad.
Varios grupos defensores de los inmigrantes han interpuestos demandas ante jueces para que la administración Trump deje en libertad a los menores inmigrantes que están en el centro de detención de Homestead.
El albergue, administrado por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus siglas en inglés), acoge tanto a niños separados de sus padres en la frontera como aquellos que viajaron sin acompañantes.
El pasado 7 de junio la congresista estadounidense Debbie Mucarsel-Powell pidió la renuncia del secretario del HHS, Alex Azar, por la crisis humanitaria que afecta a niños inmigrantes separados de sus familias.
La demócrata lamentó la muerte de niños inmigrantes en Estados Unidos y se refirió especialmente a las condiciones del albergue para menores de Homestead, al que según dijo el HHS le ha negado “varias veces” la entrada para “supervisar” el bienestar de los menores.
El centro Homestead “es un símbolo de todo lo que está mal” con la Administración del presidente Donald Trump, agregó la congresista Debbie Mucarsel-Powell.
En mayo pasado, las autoridades detuvieron a 132.887 personas por entrar ilegalmente al país, casi tres veces más que los 51.862 del año pasado.
De los detenidos por cruzar ilegalmente, 11.507 eran menores sin la compañía de un familiar adulto y 84.542 formaban parte de grupos de familias en los que hay al menos un menor de edad.