Un particular atractivo despertó el interés de al menos 10 mujeres –algunas menores de edad- que desde Pensilvania fueron captadas a través de Internet, seducidas por el encanto de un hombre joven de físico muy cuidado.
Seth Mull, hoy día de 31 años, desde que era un pre púber de 13, mostró dotes de una personalidad hipnótica con la que al menos envolvió a 10 mujeres usando las redes sociales a lo largo de 17 años a las que violó, esclavizó y vendió a otros hombres como objetos de su propiedad.
Los materiales de prensa no poseen datos que precisen el nombre de las víctimas o si las damas seducidas solo eran residentes de los Estados Unidos o si también captaba victimas fuera del país.
En concreto una Corte en Pensilvania, basada en sólidos datos de una investigación hecha por la Fiscalía, encontró a Seth Mull culpable de 30 cargos criminales por agredir, estrangular, violar, esclavizar y convertir en víctimas de contrabando humano a mujeres a las cuales seducía en las redes sociales.
El “depredador de Pensilvania” tras la audiencia, le fue fijada una fianza de 1 millón de dólares, pero el juez Stephen Baratta, trasmutó el beneficio y el hombre permanecerá en custodia a la espera de una sentencia que probablemente lo deje “bajo la sombra” de por vida.

La trata de personas, sumado a delitos sexuales, torturas y esclavitud constituyen un comportamiento criminal que en el mundo entero se está combatiendo con penas muy severas que están eximidas de beneficios.
Durante el proceso de Seth Mull hubo audiencias a puertas cerradas porque los testimonios “eran muy sensibles”, y el patrón de conducta del violador convicto se remonta a 2001, cuando tenía sólo 13 años.
El complicado rompecabezas que la policía ayudó armar a la Fiscalía crea una clara trama en la que se puede afirmar que Mull consideraba que las mujeres eran de su propiedad. “Las agredía, las obligaba a consumir drogas, las secuestraba y en algunos casos las vendía a otros hombres”.
La justicia comenzó a operar contra Mull el 28 de octubre de 2017, cuando fue arrestado por la policía de Bethlehem.
Los uniformados acudieron aquella fecha al hotel Holiday Inn Express para atender un llamado de emergencia.
Los informes a los medios no precisan exactamente cómo una mujer de 25 años logró reportar que Mull la había violado y estrangulado, que la quemó con un soplete y amenazó con matarla cuando estuvo con él en el citado hostal.
Laura Majewski es la fiscal de Distrito que ha empezado a hacer justicia por las atrocidades cometidas por Seth Mull, quien desde los 13 años esta reclutando con el uso de sus encantos físicos a adolescentes y damas a quienes les vende una romántica fantasía que deriva en pesadilla.
Los relatos de las víctimas son muy sensibles, dijo la fiscal, al punto que pidió en una audiencia realizada el pasado octubre en el condado de Northampton, se realizara a puertas cerradas, según reporte del diario The Morning Call.
Los truculentos detalles que ha conocido el juzgado en el accionar de Seth Mull han sido tan escalofriantes, que el sistema judicial de Pensilvania concedió la solicitud de cerrar las puerta al público y prensa en la corte de forma excepcional, porque la Constitución estatal asegura que todo lo que ocurra en tribunales sea transparente para no socavar la confianza pública en los procesos judiciales.
La fiscal Majewski dijo que los hechos ocurrieron en hoteles y apartamentos de Pittsburgh, Bethlehem y Hanover y que para el momento de las acciones criminales algunas de las víctimas eran menores de edad.
También se supo que formó parte del caso el testimonio de cuatro mujeres, pero, también en un giro poco común de este tipo de procesos, el juez Baratta permitió que hablaran en corte otras seis, con acusaciones que se remontan a 2001, cuando el violador y contrabandista humano convicto tenía 13 años.
Los declaraciones adicionales sirvieron para mostrar un patrón de conducta y los antecedentes del entonces acusado, todo necesario para que el jurado se hiciera una idea de la naturaleza depredadora de Mull, declaró la fiscal Majewski, y el juez estuvo de acuerdo.
“El lleva 17 años generando víctimas” de su comportamiento, dijo Majewski.
El caso de Pittsburgh fue en 2014, según el testimonio que reporta The Morning Call.
Mull contactó a la mujer por redes sociales y la invitó a visitar un apartamento, donde él y otro hombre que ella no conocía la violaron.
El ahora violador convicto, tras su brutal accionar, amenazó a la víctima de que si le contaba a alguien lo que había pasado allí, o si se negaba a continuar haciéndolo y los denunciaba, iba a matarla.
El abogado de Mull, Matthew Potts, admitió que su cliente había tenido relaciones sexuales con las cuatro mujeres, pero aseguró que fue por consentimiento mutuo.
No se anunció una fecha exacta para que el juez Baratta dicte sentencia.
“El temor de encontrárselo alguna vez en la calle y saber que a partir de ahora no van a verlo más les da una sensación de paz”, dijo Majewski. “Creo que esta noche, por primera vez, van a dormir tranquilas”.