Una investigación de BBC explicó cómo el gobierno estadounidense usa bombas de cianuro para acabar con animales salvajes. Se denominan M-44 y se usan desde hace décadas para matar animales salvajes «por razones de protección».
Se trata de cápsulas adheridas a algún cebo que expulsan cierta cantidad polvo de cianuro de sodio que resulta letal para coyotes, zorros o perros salvajes que llegan a morderlas.
Pero el gobierno defiende su uso. Uno de los principales argumentos que esgrime el Departamento de Agricultura de ese país (USDA, por su sigla en inglés) es que las especies mencionadas deben ser controladas dado que son una amenaza para el ganado, aves de corral y otros animales declarados en peligro de extinción.
Según la descripción hecha por el USDA, una vez que se activa uno de estos dispositivos, el polvo puede ingresar en el organismo del animal por la boca, nariz e incluso los ojos. En un reporte realizado por la entidad presentado en 2019 se calcula que anualmente matan alrededor de 14.000 «objetivos». Se han utilizado en al menos 17 estados de EE.UU.
Hay al menos 200 mil peticiones para acabar con esta práctica. En mayo del año pasado, el estado de Oregón prohibió el uso de M-44, luego de que un lobo murió por esa causa. En 2017, un niño quedó ciego de manera temporal cuando tocó uno de los dispositivos y estalló, dijo a BBC Collette Adkins, directora del programa de conservación de animales del Centro de Diversidad Biológica.
La medida está aprobada por la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA). Los encargados de colocar esas trampas son los agentes de Wildlife Services, una agencia federal del Departamento de Agricultura de EE UU.
En 2018, Wildlife Services exterminó 1,5 millones de animales como castores, osos, lobos, patos o búhos. De ellos, apenas 6.500 fueron matados con el método del cianuro.