La Administración de Joe Biden puso en marcha este domingo un plan de deportaciones masivas de varios miles de haitianos tras la llegada de más de 14.000 migrantes al sur de Texas.
Esta mañana salieron tres vuelos desde San Antonio hacia Puerto Príncipe, la capital de Haití, según fuentes anónimas citadas por The Associated Press y The Guardian. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) informó este sábado que ya se ha trasladado a unas 2.000 personas que se encontraban en la ciudad texana de Del Río a centros de procesamiento para «garantizar que los migrantes irregulares sean detenidos, procesados y sacados rápidamente de Estados Unidos».
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Una enorme caravana de inmigrantes latinoamericanos, formada principalmente por haitianos, pero donde también había venezolanos, cubanos y nicaragüenses, cruzó el jueves desde México a EE UU.
Las 14.353 personas se encuentran retenidas en un improvisado y gigantesco campamento bajo el puente internacional de Del Río, una ciudad de 35.000 habitantes, y aguardan para ser procesadas (identificadas).
La estrategia del Gobierno demócrata, acordada con las autoridades haitianas, consiste en enviar a los migrantes de regreso a su país de origen o a las naciones desde donde emprendieron el viaje en varios vuelos diarios.
Las autoridades haitianas están dispuestas a aceptar al menos tres vuelos por día, pero Washington quiere aumentar la frecuencia de deportaciones.