Estados Unidos enviará a la jefa del Comando Sur, general Laura Richardson, y a altos cargos antinarcóticos y diplomáticos a Ecuador a los fines de sondear con el gobierno de Daniel Noboa la manera de combatir el crimen organizado, informó este jueves11 de enero el Departamento de Estado estadounidense.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller refirió en un comunicado que “Ecuador sufre niveles atroces de violencia y terrorismo a manos de elementos narcocriminales que tienen como objetivo a civiles inocentes”. También recordó que aun “más de 100 guardias penitenciarios están retenidos como rehenes”.
“Reafirmamos nuestro compromiso de mantener una estrecha colaboración con Ecuador, incluida la lucha contra las organizaciones criminales”, agregó.
Puedes leer:Ecuador deportará 1.500 presos, la mayoría venezolanos y colombianos
Por su parte, el presidente Noboa, aseveró que casi 40 países le han ofrecido su apoyo para afrontar la violencia contra la delincuencia organizada y advirtió que “la guerra va a costar dinero”.
“Estamos trabajando con más de 38 naciones que van a dar asistencia internacional. Hemos aceptado el apoyo de Argentina y de Estados Unidos”, dijo el Jefe de Estado ecuatoriano en el marco de una entrevista en la estación radial FM Mundo donde también indicó que este “no es el momento de, por ego o por vanidad, decir que no. Necesitamos apoyo militar en fuerza de personas, de soldados, así como asistencia en inteligencia, artillería y equipamiento”, indicó.
La Administración del presidente Joe Biden ha condenado durante los últimos días el terror que han sembrado en el país más de 20 bandas de narcotráfico, y se ha mostrado dispuesto a cooperar pero no había entrado en detalles.
Ahora, el comunicado del Departamento de Estado sobre “violencia narcocriminal en Ecuador” brindó más precisiones. “Trabajaremos con el presidente Noboa para profundizar nuestra cooperación en materia de aplicación de la ley a través de programas de asistencia en seguridad”, indica el texto.
Te puede interesar:
Para agilizar esta cooperación Washington da un paso al frente y enviará a altos cargos “en las próximas semanas” y su objetivo será “explorar con sus homólogos ecuatorianos formas en que podemos trabajar juntos de manera más eficaz para enfrentar la amenaza que representan las organizaciones criminales transnacionales”.
Entre los funcionarios estadounidenses destacan la general Laura Richardson; el subsecretario de la Oficina Internacional de Narcóticos y Aplicación de la Ley, Todd Robinson, y el alto cargo de la oficina del Departamento de Estado para América Latina, Kevin Sullivan.
También viajarán a Ecuador policías estadounidenses “para ayudar a Ecuador en investigaciones criminales”, añade el comunicado.
El Gobierno de Estados Unidos aumentará asimismo “el intercambio de inteligencia, la cooperación para combatir la actividad cibernética maliciosa y la ayuda con la implementación de reformas penitenciarias”.
Además, prevé emplear “otras herramientas disponibles para responsabilizar a aquellos individuos y organizaciones que participan en actividades criminales y socavan el estado de derecho”.
El crimen organizado en Ecuador ha sido el protagonista de una escalada de violencia esta semana con motines en varias cárceles, secuestros, asesinatos, explosiones, atentados e incluso el asalto armado a un canal de televisión en la ciudad de Guayaquil.
Te puede interesar:Comando Sur ejecuta ejercicio aéreo en Guyana en medio de crisis con Venezuela
Ante estos sucesos, el Gobierno del presidente Novoa declaró el “conflicto armado interno” y ha considerado a estas bandas grupos terroristas y objetivos militares. Tambien anticipó que no piensa negociar ni ceder ante estos grupos.
La escalada de violencia comenzó cuando el nuevo Gobierno se disponía iniciar un plan para recuperar el control de las cárceles ecuatorianas, muchas de ellas dominadas internamente por grupos criminales relacionados con el narcotráfico.
Esa violencia también ha llegado a las calles hasta convertir a Ecuador en uno de los países más violentos del mundo, con 45 homicidios intencionados por cada 100.000 habitantes en 2023.