Como una medida para detener la ola de violencia que azota a la ciudad, el representante estatal Malcolm Kenyatta le pidió al gobernador Tom Wolf y al alcalde Jim Kenney que declaren el estado de emergencia en Filadelfia.
El representante estatal considera que la dimensión de la crisis que ha llevado al registro de más de 500 asesinatos en lo que va de año, amerita la medida. “Tenemos que tratar esto como la crisis y la emergencia que es”.
La declaración de emergencia crearía según Kenyatta, el marco operativo para generar esfuerzos coordinados para abordar el problema de violencia.
“En el ámbito estatal vimos al gobernador hacer algo similar en relación con la epidemia de opioides, lo que permitió reunir a FEMA, el Departamento de Servicios Humanos y el Departamento de Salud para asegurarse de que la gente está trabajando conjuntamente para frenar la crisis. Tenemos que hacer eso ahora mismo”.
Kenyatta hizo el llamado en las afueras del Leon Sullivan Trust Building en North Broad Street acompañado por varios funcionarios que trabajan en la prevención de la violencia armada. También hizo un llamamiento a la legislatura estatal para que apruebe varios proyectos de ley sobre la seguridad de las armas de fuego que están paralizados.
Solicitud negada
Sin embargo, tanto Wolf como Kenney emitieron declaraciones diciendo que se oponían a la idea. Las oficinas de ambas autoridades declararon a NBC10 que no era necesario emitir una declaración de emergencia.
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“El estado de emergencia no es necesario para abordar los tipos de colaboración que (Kenyatta) sugiere, ni sería el enfoque más impactante”, dijo la secretaria de prensa de Wolf, Elizabeth Rementer.
Rementer afirmó que el gobernador ya está tomando medidas para reducir dicha violencia, como proporcionar recursos para los programas de intervención contra la violencia basados en la comunidad, apoyar las medidas de reforma de las armas y vetar la “mala legislación” de la legislatura estatal, controlada por los republicanos, que relajaría las leyes de armas.
Sin “impacto discernible”
Por su parte, el Alcalde Jim Kenney dijo que su administración ya está destinando fondos adicionales, más de 150 millones de dólares, a medidas de prevención de la violencia y que ya está trabajando con todos los departamentos para abordar el problema.
“Una declaración de estado de emergencia no tendría ningún impacto discernible en el fortalecimiento de lo que ya es un enfoque altamente colaborativo e innovador para abordar esta crisis de salud pública”, declaró Kenney via e-mail.