Disney Enterprises, Inc., a la que Ron DeSantis gobernador de Florida, despojó en febrero pasado de más de 50 años de autogobierno en su complejo de parques y resort en la ciudad de Orlando, hizo una jugada legal que tiene pensativos a los miembros de la nueva junta nombrada por el mandatario floridano a los fines de encargarse del Distrito de Mejoras de Reedy Creek, nombre oficial de Walt Disney World.
Acontece que, hace muchos años se llegó a acuerdos legales a perpetuidad que restringen el poder de acción de los nuevos supervisores impuestos por el gobierno estatal, inclusive, una cláusula hace referencia al rey de Inglaterra.
Los miembros de la nueva junta nombrada por DeSantis dieron a conocer estos acuerdos tras darse cuenta de que tales acuerdos no los dejan actuar con libertad en las funciones para las que fueron nombrados.
Una de las cláusulas del acuerdo establece qué hacer en el caso de ser cuestionado por violar las reglas contra la perpetuidad. En ese caso, el convenio estará vigente hasta 21 años después de la muerte del último superviviente de los descendientes del rey Carlos III de Inglaterra, según la información que han recogido los medios de comunicación locales.
Te puede interesar:Gobernador de Florida firma ley que pone fin al “reino corporativo” de Disney
“Vamos a tener que lidiar con eso y corregirlo”, comentó Brian Aungst, uno de los cinco miembros de la nueva junta. “Es una subversión de la voluntad de los votantes, la Legislatura y el gobernador. Elude por completo la autoridad de esta junta para gobernar”, insistió.
En un comunicado Disney explicó que esos acuerdos con la anterior junta supervisora del Distrito Especial Reedy Creek fueron discutidos y aprobados en audiencias públicas, tal y como establece la legislación de Florida.
Bajo los términos del citado convenio, el Distrito tiene prohibido usar el nombre Disney o cualquier símbolo asociado con el complejo del parque temático sin el permiso de la compañía, ni puede usar la imagen de Mickey Mouse, otros personajes de Disney u otra propiedad intelectual de cualquier manera.
De acuerdo con los detalles dados a conocer por los miembros de la junta nombrada por DeSantis, la compañía puede demandar por daños y perjuicios por cualquier violación del acuerdo.
El pasado 27 de febrero DeSantis firmó la ley mediante la cual los parques de Disney en Orlando dejan de tener autogobierno. El gobernador habría tomado esta medida luego de que el conglomerado de entretenimiento estadounidense más grande del mundo se declarara en contra de la Ley para el derecho de los padres en la educación, conocida como “No digas gay” que prohíbe que los maestros hablen sobre la identidad de género y la orientación sexual entre los grados de preescolar y tercero.
El Congreso de Florida de mayoría republicana aprobó el 10 de febrero la ley impulsada por DeSantis para que el estado se hiciera cargo del Distrito de Mejoras de Reedy Creek, que ha funcionado de forma autónoma por más de medio siglo.
“Esta legislación pone fin al estado de autogobierno, hace que Disney viva bajo las mismas leyes que todos los demás y garantiza que Disney pague sus deudas y una parte justa de los impuestos”, indicaba un comunicado de la Gobernación de Florida.
Te puede interesar:Después de 55 años en 2023 Disney World perderá sus privilegios
Dada esta nueva ley, el Distrito Especial Reedy Creek, por primera vez tiene que informar de su presupuesto y finanzas al estado de Florida y enfrentará restricciones para construir aeropuertos, estadios y centros cívicos. Tampoco podrá expandirse sin la aprobación del estado y no se asignará dinero público en publicidad de atracciones.
No obstante, el Distrito conservará el poder sobre los códigos de planificación, zonificación, construcción y seguridad, y el estado actual de exención de impuestos para la propiedad y los bonos.
Desde 1967 Walt Disney World contaba con la categoría de distrito especial, un autogobierno que le permitió crecer hasta tener seis parques temáticos, un centro deportivo, un enorme centro comercial, 25 hoteles, su propia Policía y cuerpo de bomberos y cerca de 80.000 empleados. Todo esto en un área de casi 11.000 hectáreas ubicadas en los condados de Osceola y Orange, en el centro de Florida.