El entorno hostil hacia los demócratas en la Pensilvania rural ha llevado a los progresistas a ocultar su identidad política. Temen ser reconocidos y por ello evitan portar las etiquetas de apoyo a Joe Biden en los autos y carteles de jardín. Además, evitan reconocer su afiliación al partido en espacios públicos.
Este clima tóxico en las zonas rurales de Pensilvania forma parte de un problema político de mayor envergadura que padece el Partido Demócrata antes de las elecciones de mitad de período de 2022.
Tal como reporta NBC Philadelphia, además de perder votos en prácticamente todas las elecciones desde 2008, los demócratas han sido condenados al ostracismo en muchas partes de las zonas rurales de los Estados Unidos.
“Siento que estamos huyendo”
Esta condición ha convertido la hostilidad en una tendencia cultura dentro del panorama político del país.
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“El odio hacia los demócratas es simplemente increíble”, dijo Tim Holohan, un contable afincado en el condado rural de McKean que recientemente animó a su hija a deshacerse de una etiqueta en el parachoques a favor de Joe Biden. “Siento que estamos huyendo”.
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I will always be a champion for the forgotten, the marginalized, and the left-behind places. There’s just no other way to win PA.https://t.co/1IYHq1gQN0
— John Fetterman (@JohnFetterman) February 17, 2022
En la zona rural de Clarion, un grupo de votantes dijo que habían sido condenados al ostracismo por ser demócratas. Una mujer lleva sus carteles políticos al interior por la noche para que no sean vandalizados o robados.
El Michelle’s Cafe, en la calle principal de Clarion, es uno de los pocos puntos de encuentro de los demócratas locales, pero su propietaria, Kaitlyn Nevel, no se siente cómoda compartiendo su afiliación política. “Prefiero no decirlo, sólo porque es un pueblo pequeño”, dijo.
El clima cambiante ayudó a los republicanos a limitar las ganancias demócratas en 2020. Un año más tarde, el aumento del apoyo rural republicano permitió a los republicanos reclamar la gobernación de Virginia.
Funcionarios del partido temen ahora que las mismas tendencias perjudiquen a los candidatos demócratas en Ohio, Wisconsin, Georgia, Carolina del Norte y Pensilvania, estados que ayudarán a decidir la mayoría del Senado en noviembre, y la Casa Blanca dos años después.
En Pensilvania, el vicegobernador John Fetterman, uno de los principales candidatos al Senado, insiste en que su partido no puede seguir ignorando a los votantes rurales.
Tendencia desfavorable
El desarrollo histórico de esta conquista de espacios políticos no favorece a los demócratas. Barack Obama ganó 875 condados en todo el país en su abrumadora victoria de 2008. Doce años después, Biden sólo ganó en 527. La gran mayoría de esas pérdidas, 260 de los 348 condados, ocurrió en condados rurales, según datos recopilados por AP.
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El representante demócrata Jim Cooper de Tennessee, que recientemente anunció que no se presentaría a la reelección en el Congreso este otoño, advierte que el partido se enfrenta a la extinción en los pueblos de la nación.
“Es difícil caer más bajo de lo que estamos ahora. Eres casi automáticamente un paria en las zonas rurales si tienes una D después de tu nombre”, afirmó Cooper.