Un tribunal estatal declaró ilegal una ordenanza de Filadelfia que obliga a los propietarios de armas a informar a la policía cuando un arma de fuego se ha perdido o ha sido robada.
Según reporte de WHYY, un panel de tres jueces del Tribunal de la Commonwealth falló el lunes unánimemente en contra de la ley de la ciudad y emitió una orden judicial permanente, argumentando que la Ley Uniforme de Armas de Fuego del estado prevalece sobre ella.
La policía de Filadelfia había solicitado una multa de 2.000 dólares contra un hombre acusado de violar el mandato de notificación de pérdida y robo.
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El acusado se había declarado culpable en enero de 2019 de otros delitos de armas de fuego, diciendo a un juez de la ciudad que había sido el comprador de paja de seis armas. En esa audiencia, el juez había denegado su solicitud de una orden judicial contra la ordenanza de armas de fuego perdidas y robadas de Filadelfia.
Los jueces citaron una decisión del Tribunal Supremo estatal de 1996, el cual sostenía que las restricciones a las armas de asalto en Filadelfia y Pittsburgh no estaban permitidas porque la Ley Uniforme de Armas de Fuego ponía la autoridad para regular las armas de fuego en manos de la Legislatura estatal.
Peligrosa anulación
Uno de los jueces que votó a favor de anular la ley, lamentó que su decisión pusiera en peligro la vida de las personas. La jueza superior Bonnie Brigance Leadbetter, instó al Tribunal Supremo de Pensilvania a reconsiderar esa norma legal de 1996 y a permitir restricciones locales “adaptadas estrictamente a las necesidades locales”.
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“La abrumadora proliferación de la violencia con armas de fuego que se produce en la ciudad de Filadelfia, de la que creo que podemos tomar nota judicial, y las cuestiones de política argumentadas por la ciudad en el caso que nos ocupa, exigen el reconocimiento de que las condiciones locales bien pueden justificar restricciones más severas que las necesarias en todo el estado”, escribió Leadbetter.
La jueza afirmó que se viola el derecho fundamental a la vida y a la libertad cuando los niños no pueden caminar por una calle cercana a sus casas sin el riesgo de ser víctimas de tiroteos.