El primer debate presidencial entre Donald Trump y Joe Biden pasará a la historia como uno de los más caóticos. De esa “reyerta verbal” nació la regla del micrófono. Algunos analistas indicaron que el neoyorquino arrastró a su oponente a las marismas del lenguaje escatológico. No obstante aunque la resistencia del de Scranton fue sólida, el poco lustre hizo que no hubiese ganador en el primer choque.
La Comisión de Debate Presidencial que es acusada por Trump de preferir a Biden, impuso la nueva regla del micrófono. El cuerpo colegiado desea que a favor del público se dé una deliberación más limpia. Cada candidato tendrá dos minutos de tiempo ininterrumpido para hablar al principio de cada segmento de 15 minutos del debate.
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“El único candidato cuyo micrófono estará abierto durante estos dos minutos es el candidato que tiene la palabra según las reglas”, anunció la comisión. Después de eso, habrá tiempo para el debate con los micrófonos de ambos candidatos abiertos.
Activada la regla del micrófono
Trump, rezagado en las encuestas y temeroso de ser un presidente de un solo mandato, tiene un tono más agresivo que nunca. Ante la nueva regla del micrófono y el temario del debate el Jefe de Estado ha mostrado su encono.
Hoy dijo a través de Fox News que la Comisión de Debate Presidencial está protegiendo a Joe Biden. El mandatario desea en la agenda de discusión del jueves en Nashville, Tennessee, oportunidad para espuela con el tema de política internacional.
Al parecer el Presidente está urgido por exponer los negocios del hijo de Biden, Hunter Biden, en Ucrania y China, cuando su padre era vicepresidente de Barack Obama (2009-2017). “No hay nada justo en este debate”, dijo Trump. Además reiteró sus virulentas críticas a la moderadora, la periodista de NBC Kristen Welker. De igual manera la emprendió contra la Comisión de Debates Presidenciales (CPD), la entidad independiente a cargo de su organización.
Cuidando el estilo político
La historia refleja que con el pasar de los años la audiencia en los debates es cada vez más escasa. No obstante los debates siguen siendo un rito ineludible de toda carrera presidencial en Estados Unidos. Eso a pesar de que la historia demuestra que raramente deciden una elección. En la vorágine de la campaña, su influencia suele evaporarse al cabo de unas horas, días a lo sumo. En esta oportunidad la regla del micrófono lo transforme en un evento más interesante.
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El debate del jueves llega justo una semana y media antes de las elecciones generales del 3 de noviembre. Hay que recordar que no solo está en juego las siga de la Oficina Oval que Trump y Biden disputan. Es importante destacar que hay cientos de asientos en el Congreso en puja así como casi una docena gobernaciones.