El gobierno del presidente Donald Trump ordenó a Chevron, la última petrolera de Estados Unidos activa en Venezuela, cerrar sus operaciones de explotación de crudo en el país suramericano.
Chevron, que lleva casi un siglo en Venezuela, tendrá como fecha plazo el 1 de diciembre del presente año para clausurar sus actividades y sólo se le permitirá realizar operaciones extremadamente limitadas hasta entonces.
La decisión tiene como objetivo aplicar más presión sobre el presidente Nicolás Maduro, cortando lo que Washington estima como el sustento vital de un gobierno que considera ilegítimo.
La medida se da en el marco del colapso de los precios del crudo en Estados Unidos, cuya cotización el lunes bajó a terreno negativo por primera vez en su historia, y que hace tambalearse a la industria petrolera.
Chevron es la última gran petrolera estadounidense que permanece en Venezuela después de que Exxon Mobil y ConocoPhillips abandonaran el país tras no aceptar la decisión del entonces presidente Hugo Chávez de forzarlas a asociarse con Pdvsa en empresas mixtas, en las cuales la petrolera estatal venezolana siempre tendría mayoría accionaria.
La transnacional con sede en California, optó por asociarse con Pdvsa en cuatro proyectos de gas y petróleo. Estos incluyen dos de los campos petrolíferos más grandes de Venezuela: Petroboscán en el occidental estado de Zulia, y Petropiar, en la faja del Orinoco. Entre ambos producen casi el 25% del crudo en el país.
Chevron gozaba de una licencia especial que le permitía continuar con la producción de petróleo en colaboración con Pdvsa y comercializar con el crudo venezolano en mercados internacionales.
La licencia de tres meses, expedida en enero, debía ser renovada este miércoles 22 de abril pero el Departamento del Tesoro se negó a hacerlo anunciando en cambio, estrictas restricciones a las actividades de Chevron.
A partir de ahora, a la empresa estadounidense se le prohibirá perforar, vender y transportar petróleo venezolano. Lo único que se le permitirá hacer es conducir algunas transacciones financieras con Pdvsa para realizar trabajos esenciales de infraestructura hasta el cierre paulatino de las operaciones para comienzos de diciembre.
Serán siete meses más de una actividad tan limitada que hacen la presencia de la petrolera en Venezuela virtualmente insostenible.
El portavoz de Chevron, Ray Fohr, dijo que la compañía cumplirá con las leyes y reglamentos aplicables sobre las actividades que está autorizada a realizar en Venezuela y añadió que la compañia continúa comprometida con sus empleados y sus programas sociales y humanitarios en Venezuela según reseñó la agencia Reuters.