La Casa Blanca advirtió al gobernador de Texas que el control migratorio es competencia de las autoridades federales y los estados no deberían “entrometerse”. Dicha advertencia ocurrió este viernes 8 de julio luego que el republicano Greg Abbott, autorizara a las fuerzas de seguridad enviar de vuelta a la frontera con México a los migrantes que detienen.
“La aplicación de la ley de inmigración es competencia “de las autoridades federales y los estados no deberían (…) entrometerse en ella”, manifestó en una conferencia de prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
El pasado jueves 7 de julio el gobernador de Texas firmó una orden ejecutiva que autoriza a la Guardia Nacional y al Departamento de Seguridad Pública “a detener a los inmigrantes que crucen ilegalmente los puertos de entrada y devolverlos a la frontera”. Abbott argumenta que la medida es para “proteger a los estadounidenses y asegurar la frontera sur”.
El gobernador texano “tiene un historial de causar caos y confusión en la frontera”, dijo Karine Jean-Pierre. El pasado abril el gobernador decidió aumentar la inspección de camiones en la frontera con México lo cual afectó al flujo comercial, y envió a Washington autobuses con migrantes indocumentados.
Te puede interesar:El estado de Texas comenzó a construir su propio muro fronterizo
Abdullah Hasan, otro portavoz de la Casa Blanca, dijo que las iniciativas desarrolladas en el pasado por el gobernador Abbott “no inspiran confianza respecto a lo que ha preparado ahora”.
La Operación Lone Star, una iniciativa de seguridad fronteriza emprendida en 2021 por el gobernador Abbott en atención al incremento de los migrantes en cruces fronterizos, que él atribuye a la política migratoria del presidente Joe Biden, “puso a los guardias nacionales y a las fuerzas del orden público en situaciones peligrosas y provocó una pesadilla logística”, añadió Hasan.
El presidente Biden “se enfoca en soluciones de políticas reales para asegurar verdaderamente nuestra frontera: instalar nueva tecnología fronteriza, garantizar niveles récord de financiamiento para el Departamento de Seguridad Nacional, realizar más de 2.800 arrestos en los primeros tres meses del lanzamiento de una campaña contra el contrabando sin precedentes”, detalló el funcionario.
Hace una semana la Corte Suprema de Estados Unidos dio luz verde a la Administración Biden para poner fin al programa Quédate en México que fue puesto en marcha por el expresidente Donald Trump en 2019 y que permite enviar de vuelta a los solicitantes de asilo para que esperen la resolución de sus casos del otro lado de la frontera.
La orden ejecutiva de Texas ha provocado reacciones furiosas. Domingo García, el presidente de la Liga de Ciudadanos Latinos Estadounidenses (LULAC), llamó al fiscal general de Estados Unidos y a los fiscales de distrito de los condados a lo largo de la frontera con México a “investigar al gobernador Abbott y al vicegobernador Dan Patrick por posibles violaciones penales y civiles de las leyes federales y estatales”.
Te puede interesar:Texas envía autobús con migrantes “indocumentados” a Washington
Esta semana Patrick dijo en una entrevista que “se necesita poner las manos sobre las personas y comenzar a enviarlas de regreso”, refiriéndose a los migrantes irregulares que entran en Estados Unidos.
Jeremy McKinney, presidente de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, coincide en que la decisión de Abbott “es moralmente reprobable e incuestionablemente ilegal”, refiere un reporte de la AFP.
El director político del Consejo de Inmigración Estadounidense Aaron Reichlin-Melnick advierte que este “desafío a la Constitución pone a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en peligro de violar la ley”.
“Los migrantes que buscan seguridad, protección y una vida mejor en Estados Unidos no son un ejército invasor”, añade en un comunicado.