El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, puso en duda la cifra de muertes por coronavirus en Sao Paulo y en Italia, el país del mundo con mayor número de fallecidos por la pandemia, y pidió a la población brasileña que vuelvan a trabajar.
“La mayoría de las muertes no tiene nada que ver con el coronavirus, nada que ver. Son personas que estaban en una región fría y todos con una media de edad de 80″, dijo el mandatario en una entrevista televisiva sin dar más detalles, al referirse al número de fallecidos en Italia que supera los nueve mil.
También cuestionó los números del estado de Sao Paulo, la región más golpeada de Brasil que hasta la fecha salda 68 de los 92 fallecidos en el país carioca por COVID-19, y 1.223 contagios de los casi 3.500 casos positivos registrados en un mes según datos de su propio Ministerio de Salud.
“En Rio de Janeiro, hasta los datos de ayer (jueves 26 de marzo) había nueve muertos, y 58 en Sao Paulo. Sé que hay una diferencia de población, pero es una cifra muy grande para Sao Paulo. No puede haber un juego de números para favorecer intereses políticos. No me creo esos números de Sao Paulo, sobre todo por las medidas que él (el gobernador Joao Doria) tomó”, aseguró Bolsonaro.
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El mandatario brasileño considera que las cuarentenas pueden provocar un caos social con saqueos de supermercados y representan una amenaza para la normalidad democrática. El Presidente se ha mostrado contrario a este tipo de medidas restrictivas adoptadas por los gobernadores de los 27 estados brasileños.
“Brasil tiene que volver a la normalidad inmediatamente ¿Algunos van a morir?, Van a morir. Lo lamento, esa es la vida, es la realidad”, dijo en la entrevista.
También indicó que hay quienes le acusan de estar preocupado “con la economía y no con la vida”, una idea que rechazó, aunque resaltó que con la economía quebrada habrá una pérdida de vidas gigantesca. “Quien tenga un empleo, que vaya a trabajar”, acotó.
Bolsonaro minimizó de nuevo la gravedad de la pandemia al afirmar que el coronavirus, “para el 90 % de la población es una gripecita o nada” y recordó que el año pasado murieron 700 personas por H1N1. “Brasil no puede parar y solo pensar en el coronavirus. Hay gente con cáncer, cálculo renal, mujeres que van a dar luz. Hay que acabar con esa crisis de histeria. Brasil no va a parar”, insistió el presidente.
El jefe de Estado ha mantenido en los últimos días posiciones encontradas con el gobernador de Sao Paulo, quien decretó la cuarentena en todo el estado, el más rico y populoso de Brasil, con unos 46 millones de habitantes.