Cinco días repletos de shows definieron la Semana de la Moda en Londres. Todos los ojos estuvieron puestos sobre los diseñadores en busca de un escape y una buena dosis de creatividad, rasgos por los que esta capital internacional de la moda es famosa, además es la segunda parada que compone el circuito más importante de Fashion Week.
Esta edición tiene la facilidad de haber mostrado algunas colecciones abiertas al público, mientras que otras eran solo con invitación exclusiva.
Algunos de los diseñadores y las modelos más importantes han salido de esta edición. Es posible nombrar a figuras como Alexander McQueen o Jonathan Saunders; en lo que respecta a modelos, Kate Moss, Naomi Campbell y Cara Delevingne son algunos de los rostros más conocidos.
Los diseñadores presentaron sus propuestas para Otoño-Invierno 2020 Ready to Wear. Algunas de las casas en el evento fueron Mulberry, Richard Malone, Temperley London, Vivienne Westwood, Roland Mouret, Victoria Beckham, Tommy Hilfiger, Simone Rocha, Erdem, Bora Aksu, JW Anderson, Christopher Kane, y el cierre fue con el ganador de The Queen Elizabeth II Award for British Design, un galardón que busca apoyar al talento local de la moda, así como estrellas en ascenso.
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Lo más destacado y embriagador
JW Anderson exploró el volumen y el movimiento. Abrió con un vestido de satén con mangas metálicas que brillaban para seguir con abrigos estructurados en telas personalizadas desarrolladas en casa que explotaron con volumen. Se encontraron con vestidos de fil-coupé con hilos ondulados.
Richard Malone optó por telas sostenibles. Colaboró con Woolmark Company y la asociación le permitió refinar los innovadores textiles por los que su etiqueta es conocida. Usó tejido de sarga de lana tejida a mano, teñida a mano y fieltro reciclado y bordado a mano.
La colección AW20 de Richard Quinn fue denominada “Alta costura de la clase trabajadora” por el ferozmente orgulloso diseñador del sur de Londres que crea teatro de fantasía con sus espectáculos. Por su parte, Victoria Beckham organizó una “rebelión gentil” en Banqueting House en Whitehall. Rebelándose contra el dobladillo midi que se ha negado a cambiar durante seis temporadas. Pero la verdadera estrella fue su hija, quien deslumbró con un maravilloso vestido mientras veía el espectáculo.
