El pasado fin de semana el príncipe Harry y Meghan Markle dieron una entrevista exclusiva a Oprah Winfrey que señalaba los entretelones que vivió la estadounidense mientras estaba en el palacio.
Las declaraciones fueron fuertes e incluían racismo, acoso por parte de la prensa y falta de empatía hacia Meghan, quien aseguró pedir ayuda con su salud mental y le fue negada.
Ahora, la familia real respondió a Harry y Meghan. La muy esperada declaración de la reina Isabel II, difundida por el palacio de Buckingham el martes, aseguró que «toda la familia se entristece al conocer lo difícil que han sido los últimos años para Harry y Meghan».
La monarca aseguró también tomarse «muy en serio» las acusaciones de racismo vertidas por la exactriz estadounidense, que es mestiza, y se comprometió a que sean tratadas «por la familia en privado», pero dejó claro que «los recuerdos pueden variar» en función de las personas.
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Esta cuidadosa elección de las palabras «sugiere que la familia no está de acuerdo con todo lo que han dicho los duques de Sussex», afirmó el miércoles el periódico conservador The Daily Telegraph.
Según varios diarios, la soberana, de 94 años, trabajó en su respuesta desde el lunes, pero se dio tiempo para pensarla antes de hacerla pública más de 36 horas después de la difusión de la explosiva entrevista que la pareja dio a la estrella de la televisión estadounidense y amiga personal Oprah.
La emisión, que recuerda a una chocante entrevista concedida en 1995 a la BBC por la madre de Harry, la princesa Diana, en que reveló desde su bulimia hasta las infidelidades en su matrimonio, sumió a la casa real en una crisis de iguales o mayores proporciones.
Por otro lado, el príncipe William aseguró este jueves que la familia real británica «no es racista» después de que su hermano Harry denunciara conversaciones en el seno familiar sobre el color de la piel de sus hijos con Meghan, una estadounidense de madre negra y padre blanco.
«No somos una familia racista en absoluto», aseguró William, de 38 años, segundo en la línea sucesoria al trono británico, durante una visita a una escuela de un barrio multirracial del este de Londres.