De acuerdo a National Geographic, más de cien millones de hogares tendrán un árbol de Navidad durante estas fiestas tan solo en Estados Unidos. De ellos, el 19% serán árboles naturales y el 81% artificiales, reafirmaron datos de British Carbon Trust.
Algunos expertos piden a las personas seguir con la opción natural, pues midiéndolo en emisiones de gases de efecto invernadero y el espacio que ocupan en vertederos, el coste medioambiental es mayor.
«Todos los grupos medioambientales y los científicos afirman que deberíamos usar un árbol real. No hay debate que valga», afirmó Rick Dungey, portavoz de la National Christmas Tree Association de Estados Unidos. «Los únicos que todavía hablan del tema son aquellos que intentan vender árboles artificiales».
Los árboles artificiales se fabrican a partir de un tipo de plástico denominado policloruro de vinilo (PVC), un derivado del petróleo, este puede contener plomo y otras sustancias tóxicas. Este puede volver a utilizarse, pero cifras dee The Nature Conservancy en el estado de Nueva York, afirman que una familia, en promedio, puede desechar el árbol en 5 años.
Alquileres de árboles
Es temporada alta para Jonathan Mearns, que alquila árboles de Navidad en Londres desde 2017. Cada año, una clientela fiel acude a él en busca de su adorno para las fiestas.
Antes, Mearns trabajaba en la policía antiterrorista escocesa, con la que estuvo en África. Pero en 2017, lanzó su empresa “London Christmas Tree Rental”. Fue, reconoce, a sus 49 años, una especie de terapia para él.
La idea de alquilar árboles de Navidad nació durante un paseo por el oeste de Londres, explica a la AFP.
“Vi todos los árboles de Navidad tirados en las calles. Pensé que tenía que haber una manera mejor de hacer las cosas”, añade.
“Ofrecemos a los clientes la posibilidad de alquilar un árbol vivo cultivado en maceta y recuperarlo año tras año”, precisa.
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Después de Navidad, el árbol se vuelve a colocar en un sistema de riego, en una granja en la región de los Cotswolds, al oeste de Londres.
Cuando los clientes quieren que se les ofrezca el mismo árbol dentro de un año, se cuelga en el mismo una etiqueta. Algunos le llegan a dar un nombre.
Algunos repiten con el mismo desde hace 5 años. El alquiler de un árbol de 1,5 metros cuesta 75 dólares.
¿Mejor opción?
Carbon Trust estimó que un árbol artificial deja una huella de carbono de 40 kilogramos de dióxido de carbono (CO2), mientras que los árboles naturales dejan una huella de carbono de 3´5 kilogramos de dióxido de carbono (CO2).
Par que un árbol artificial sea realmente ecológico, se debe utilizar al menos durante 10 años para que pueda mantener su impacto ambiental a la par de un árbol natural reciclado.