El ministro del Interior de Austria, Gerhard Karner, aseguró este jueves 8 de agosto que “se ha evitado una tragedia” en los conciertos de Taylor Swift en Viena dado que el principal sospechoso tenía la intención de hacerse inmolar frente al estadio en el que iba a celebrarse el espectáculo.
“Se ha evitado una tragedia” en los conciertos de Swift pero la situación es “seria”, aseguró Karner, quien indicó que el principal sospechoso, de 19 años, confesó sus planes, tenía muy avanzada la fabricación del explosivo y tenía la intención de hacerse inmolar este jueves 8 o mañana viernes 9 de agosto frente al estadio Ernst Happel con la intención de matar al mayor número de personas posible.
El equipo de Barracuda Music, organizadores de la gira de Swift en Austria, informó el miércoles 7 de agosto de la cancelación de los conciertos tras la detención de tres presuntos yihadistas que planeaban atentar en el estadio Ernst Happel.
“No tenemos otra opción que cancelar los tres espectáculos previstos por la seguridad de todos”, explicaron en un comunicado en el que también informaron sobre el reembolso de las entradas en los próximos diez días laborales.
Los organizadores reiteraron que habían tomado la decisión correcta.
De acuerdo con las investigaciones, existen tres detenidos, el cabecilla, de 19 años, un segundo sospechoso de 17 años que había sido recientemente contratado como integrante del dispositivo de seguridad privada del concierto, y un tercero menor de 15 años.
Ese joven de 17 años fue detenido por equipos antiterroristas en las inmediaciones del estadio Ernst Happel y se presume que pretendía facilitar las acciones del cabecilla.
En las búsquedas enmarcadas en la investigación las autoridades encontraron diversas sustancias, incluyendo peróxido de hidrógeno así como dispositivos técnicos y materiales para la fabricación de bombas, como detonadores, cables y máquinas para provocar una explosión.
La Policía dijo además que entre el material incautado hay una sirena policial que creen que los terroristas utilizarían para abrirse camino y facilitar la llegada al lugar del atentado o la huida.
Los detenidos se habían centrado en los planes de atentado desde finales de julio y el cabecilla de la célula había jurado lealtad al grupo terrorista Estado Islámico.
El joven de 19 años detenido en Ternitz, a 65 kilómetros de Viena, renunció a su trabajo el pasado 25 de julio y expuso que “tenía grandes planes para el futuro”, de acuerdo con lo que explicó a los medios de comunicación el director general de Seguridad Pública Franz Ruf.
“Desde entonces, se concentró en los preparativos para un atentado terrorista”, agregó Ruf, quien dijo que el detenido habían tomado medidas para cambiar su aspecto físico.
“Los resultados de la investigación muestran que se utilizó peróxido de hidrógeno como precursor en la fabricación de explosivos, y este explosivo fue efectivamente fabricado. El principal sospechoso de 19 años ha confesado todo”, agregó el responsable policial.
Ruf señaló que la Policía no busca a más sospechosos ni existen otros indicios concretos, pero destacó, al igual que Karner, que de momento no hay que bajar la guardia y las investigaciones deben seguir.
El director del servicio de inteligencia interna (DSN), Omar Haijawi-Pirchner, confirmó que la investigación comenzó gracias a información de servicios secretos extranjeros y dijo que los jóvenes, especialmente el de 19 años, se habían radicalizado en internet.
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“Consumía y difundía mucha propaganda, y como vimos tras la incautación de su teléfono móvil ayer, también descargaba y compartía constantemente instrucciones para la fabricación de bombas”, explicó.
En la confesión del yihadista de 19 años se indica que, además de los explosivos, pretendían atacar con armas blancas a los seguidores de Swift que se encontraban a las afueras del estadio donde se celebraría el concierto.