Agotadas por meses de travesía por Centroamérica y México, las familias inmigrantes haitianas expulsadas en masa de Texas deben lidiar con la ira por el trato sufrido allí y la angustia de vivir nuevamente en su país bajo la amenaza de la violencia de pandillas.
Imágenes de agentes montados se han viralizado y causado indignación. Estados Unidos había suspendido las expulsiones de inmigrantes haitianos en situación irregular tras el terremoto que asoló buena parte del país caribeño el 14 de agosto, pero la concentración en pocos días de más de 15.000 migrantes, la mayoría haitianos, bajo un puente en Texas llevó a cambiar las pautas.

En menos de dos horas, tres vuelos salidos de Texas aterrizaron en el aeropuerto de Puerto Príncipe el domingo, una afluencia inédita que resultó un desafío para las autoridades aeroportuarias haitianas.
Al igual que otras familias expulsadas a Puerto Príncipe el domingo, creyeron erróneamente que podrían beneficiarse de la extensión del estatus migratorio especial, el TPS.
En efecto, la administración Biden extendió a los haitianos la vigencia del TPS, destinado a ciudadanos de países peligrosos o afectados por desastres naturales, pero solo a los que se hallaban en suelo estadounidense antes del 29 de julio.
Una foto del fotógrafo de la AFP Paul Ratje muestra a un policía montado atrapando a un hombre por la camisa. En otra, se ve a un agente que mantiene a raya a un grupo de personas blandiendo las riendas en forma amenazante.
Esas imágenes «de maltrato a migrantes haitianos en la frontera son horribles y muy inquietantes», dijo en un comunicado el demócrata Bennie Thompson, presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.
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Patrullas ecuestres fueron desplegadas el domingo cerca del río Bravo, donde miles de migrantes acampaban con la esperanza de ser autorizados a entrar a Estados Unidos, dijo a periodistas Raúl Ortiz, jefe de la patrulla fronteriza.
Aparentemente algunos agentes utilizaron sus largas riendas para que los migrantes desistieran de cruzar el río Bravo en la frontera de Texas con México, dijo el lunes el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas.
«Vamos a investigar los hechos para verificar la situación y así entenderla», dijo Mayorkas a periodistas.
Hablando en Del Rio, Mayorkas dijo que los haitianos estaban recibiendo información falsa sobre cómo establecerse en Estados Unidos.
Dijo que el gobierno aumentará los vuelos de repatriación para haitianos y que las autoridades estadounidenses consideran seguro devolverlos a su país.

Por su parte, Naciones Unidas (ONU) expresó este martes su profunda preocupación por las deportaciones masivas de inmigrantes haitianos por parte de Estados Unidos y advirtió que personas con solicitudes de asilo serias pueden estar en riesgo.
La agencia de derechos humanos y refugiados de la ONU subrayó que todas las personas que piden asilo tienen derecho a que se consideren sus demandas.