Desde que se conoció que el astro de la NBA Kobe Bryant murió en un accidente de helicóptero, la conmoción por la noticia dio la vuelta al mundo.
De inmediato las autoridades iniciaron la investigación para determinar las causas del accidente, pero medios locales se adelantaron y reportaron que las condiciones del tiempo en California se habían deteriorado y no eran óptimas para volar.
Desde tempranas horas del domingo 26 de enero una densa niebla cubría varias zonas de la zona y la propia policía de Los Ángeles decidió dejar sus helicópteros en tierra dada la escasa visibilidad.
Sin embargo, el helicóptero que llevaba a Kobe Bryant despegó a las 9:06 hora local del aeropuerto John Wayne, en Santa Ana, en el sur de Los Ángeles. El final llegaría menos de 40 minutos después.
La torre de control trató de comunicarse fallidamente con el helicóptero N72EX en el que viajaban el basquetbolista con su hija de 13 años Gianna y otras siete personas que también fallecieron.
Una grabación del sitio especializado LiveATC.net permite escuchar cómo los controladores aéreos intentaron la comunicación varias veces.
“N72EX cuáles son sus intenciones”, preguntó el controlador. Como respuesta solo obtuvieron silencio. “N72EX, siguen a muy baja altitud para poder seguir haciendo el seguimiento del vuelo…”, continuó la torre de control.
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Segundos después, el Sikorsky S-76B se estrelló en una zona de difícil acceso cerca de la ciudad de Calabasas. No hubo sobrevivientes.
Según trasciende de la conversación filtrada con la torre de control, el piloto recibió un permiso para volar llamado “reglas de vuelo visual especial” (SVFR, por sus siglas en inglés), que le permite dirigir el helicóptero en condiciones en las que la visibilidad no es óptima.
Pacto entre padres
La trágica muerte de Kobe Bryant y su segunda hija, Gianna ha devastado a su esposa, Vanessa y sus otras tres hijas, Natalia, de 17 años, Bianca, de tres y Capri Kobe, de siete meses, quienes viven la pérdida de su esposo y padre.
A medida que avanzan los días, los medios de comunicación estadounidenses van desgranando informaciones que tienen que ver con el trágico accidente.
Según publica la revista People, Kobe Bryant y su esposa tenían un pacto inquebrantable: no volar nunca juntos en helicóptero.
El detalle que hasta la fecha se desconocía adquiere especial relevancia después del accidente que costó la vida del deportista y su hija y de las otras siete personas que les acompañaban en el vuelo. La decisión del matrimonio revela una presunción de que tomaban precauciones para evitar que un posible accidente, como el que ocurrió el domingo, les afectara a ambos pues era muy frecuente que utilizaran el helicóptero como medio de transporte.
La revista también revela los motivos que llevaron al jugador de los Lakers a convertir estos vuelos cortos en algo habitual. El día del fatídico accidente el exjugador de la NBA de 41 años y su hija Gianna se dirigían a un partido de baloncesto que la niña tenía a unos 120 kilómetros de donde vivían.
Kobe Bryant había explicado, en más de una ocasión, que se aficionó a viajar en helicóptero cuando jugaba para los Lakers de Los Ángeles como una forma de ganar tiempo para estar más con su familia y menos atrapado en el denso tráfico que caracteriza a esta ciudad.
Tampoco volaba con cualquiera y Ara Zobayan, el piloto que se encuentra entre los fallecidos en el accidente, era la persona en la que confiaba habitualmente para encargarse de esta tarea.