Pew Research Center: “Cuantas más generaciones se alejen de las raíces inmigrantes de su familia, menos probable es que se identifiquen con los orígenes de sus antepasados inmigrantes, o incluso que se identifiquen como hispanos”. En pocas palabras los nietos y biznietos de inmigrantes expresan entre líneas: Yo soy estadounidense.
Algunos hallazgos estadísticos vinculados con el Censo 2020 deseamos compartirlos en el marco del Mes de la Herencia Hispana. Uno importante en términos de la raza es que 6 de cada 10 encuestados se auto definió como blanco. En la nación esta mirada e importante. Más aún cuando de manera coloquial los nativos nos denominan “marrones”. Para los hispanos de Estados Unidos, la identidad racial y étnica puede tener muchas dimensiones.

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Los Estados Unidos es una nación de inmigrantes, de allí que hayan muchas fechas que celebrar. No obstante no se puede esquivar que es una nación de supremacía blanca. En la Unión se festeja el German American Heritage Month, en el que imaginamos participa el expresidente Donald Trump. El Jewish American Heritage Month, que debe ser un evento icónico para el legendario Henry Kisinger. También imaginamos que en el Asian American Heritage Month, las primeras en la fila podrían ser Helen Gym y Kamala Harris.
Yo soy estadounidense
El Hispanic Heritage Month arranca cada 15 de septiembre. Porcentualmente la identidad “hispana” tiende a ponderarse más que “el origen”, con el paso de los años. De acuerdo a cada generación se es menos cubano, dominicano, colombiano o venezolano y más hispano. Sin embargo los números precisan que los inmigrantes de cuarta, quinta o más generaciones gritan: yo soy estadounidense.
Otro dato interesante es que los auto-identificados LatinX no llegan a un dígito estadístico. El sustantivo parece ser un fallido ensayo de mercadeo que no tiene mención espontánea en las encuestas. La información que vamos compartir deriva de un informe realizado por D’Vera Cohn, Anna Brown y Mark Hugo Lopez del Pew Research Center. Los datos ayudarán a comprendernos mejor como ciudadanos de una nación anfitriona y potencial materna. Un lugar donde nos sentimos más cómodos si se refieren a nosotros como “hispanos”. Es estadísticamente más aceptada esa palabra, por encima de la denominación “latino” o la de “origen” nacional.
Si vamos al grano, en general, 77% de los hispanos dijo estar muy familiarizado con sus orígenes, según la encuesta de 2020. Como lo advertimos el porcentaje varía según la generación de inmigrantes. No obstante la mayoría de todos los grupos dijo estar muy familiarizada con sus orígenes.

Alrededor del 83% de los inmigrantes hispanos dijeron estar muy familiarizados con sus orígenes. Es una proporción más alta que entre los hispanos de segunda generación o de tercera o mayor generación. Aun así, los hispanos de las tres generaciones eran más propensos que los adultos blancos (54%) a decir que estaban muy familiarizados con sus orígenes. Y los hispanos inmigrantes eran más propensos que los adultos negros (59%) a decir esto.
Las mediciones del censo
El nuevo formato utilizado por la Oficina del Censo en el conteo decenal de 2020 introdujo una modificación interesante. Se preguntó a los encuestados sobre su identidad hispana y racial. Se introdujo un método de dos preguntas. Las respuestas variaron según la generación de inmigrantes entre los hispanos auto-identificados.
Alrededor de la mitad (49%) de los inmigrantes hispanos indicaron que su raza es blanca. El porcentaje se elevó a cerca de dos tercios entre los hispanos de segunda y tercera generación o superior. Del mismo modo, la proporción que indicó que su raza es “alguna otra raza” varió entre las generaciones de inmigrantes. El 44% de los inmigrantes hispanos indicaron que su raza era otra. Asimismo 30% de los hispanos de segunda generación y el 25% de los de tercera o superior generación lo hicieron.
Además hay un asunto muy interesante. No es un hallazgo en sí. En cualquier país, el ser “nacional” te coloca en un estatus de primera categoría. De allí que los orígenes de su identidad son menos importantes en la medida que avanzan las generaciones de hispanos. A la pregunta al azar en una calle de Florida en la que tienes 50-50 posibilidades de encontrarte en una esquina con dos personas, una de ellas será blanca, la otra podrá ser de origen hispano, pero te responderá: yo soy estadounidense.
No está claro cuál es el mejor método o por qué hay un desajuste en las respuestas entre los hispanos. La encuesta consultó a los encuestados con un método de dos preguntas. Buscó datos sobre raza y etnia. Así lo requirió la Oficina del Censo refleja su identidad. Aproximadamente tres cuartas partes (77%) de los hispanos dijeron que el método de dos preguntas del censo refleja cómo ven su identidad y sus orígenes “muy bien”.